Naiz
Barcelona

Marta Pascal se hace a un lado y el PDeCAT se sumará a la Crida Nacional per la República

La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, ha decidido apartarse y ha renunciado a seguir dirigiendo el partido y a integrarse en la nueva dirección que se elegirá este domingo. Al mismo tiempo, se ha aprobado una enmienda, impulsada por exconsellers presos, que insta a la militancia a sumarse a la Crida Nacional per la República impulsada por Carles Puigdemont.

Marta Pascal, rodeada por periodistas. (@Pdemocratacat)
Marta Pascal, rodeada por periodistas. (@Pdemocratacat)

La enmienda ha sido aprobada prácticamente por unanimidad en la comisión que debate la ponencia política, en el marco de la primera asamblea del PDeCAT, que arrancó este viernes y termina mañana domingo.

El texto lo ha defendido el portavoz de JxCat, Albert Batet, próximo a Carles Puigdemont –quien le delegó el voto para el cónclave, al igual que el empresario y estrecho colaborador del expresident Josep Maria Matamala– y recoge la voluntad de los presos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, además del exconseller exiliado en Bélgica Lluís Puig.

Batet, en su intervención, ha trasladado la argumentación que quería aportar Matamala en defensa de esta enmienda, apelando al «espíritu fundacional de Convergència» para impulsar ahora la Crida como movimiento aglutinador del soberanismo catalán.

La enmienda señala que la «excepcionalidad» del momento «obliga» al PDeCAT a actuar con «generosidad máxima» para poder contribuir a la solución del conflicto político «a través del ejercicio de autodeterminación en el camino hacia la República catalana».

En este contexto, y ante el lanzamiento de la Crida Nacional per la República, el texto insta «a toda la militancia a sumarse y a participar activamente a título personal en la definición de este nuevo instrumento político».

Con este fin, la propuesta aprobada incluye la creación de una comisión a la que se le delegarán las funciones para que acuerde con los impulsores de la Crida la aportación del PDeCAT a este movimiento, un pacto que cuando esté terminado deberá ser ratificado por los asociados del partido.

Esta decisión ha sido la gota que ha decantado la retirada de Marta Pascal, después de la presión externa de Carles Puigdemont y del sector crítico, que le habían ofrecido quedarse en la dirección pero sin el cargo de coordinadora general.