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El Aquarius pone fin a sus operaciones de salvamento en el Mediterráneo y culpa a Italia

Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée se han visto obligados a terminar sus operaciones de búsqueda y rescate con el barco Aquarius mientras que refugiados, migrantes y solicitantes de asilo continúan jugándose la vida y perdiéndola en el mar Mediterráneo.

El Aquarius, a su llegada al puerto de Valencia. (Pau BARRENA/AFP)
El Aquarius, a su llegada al puerto de Valencia. (Pau BARRENA/AFP)

«El fin de la misión es el resultado de una campaña para deslegitimar, desacreditar y obstaculizar las operaciones de búsqueda y rescate del Gobierno italiano respaldada por estados de la UE», ha señalado Médicos Sin Fronteras en un comunicado.

Durante los últimos dos meses, el Aquarius ha permanecido en puerto, sin capacidad de llevar a cabo su trabajo humanitario. «Este es un día triste», afirma Nelke Manders, directora general de MSF. «No solo Europa no ha sido capaz de proporcionar capacidad de búsqueda y rescate, sino que también ha saboteado activamente los intentos de otros por salvar vidas. El fin del Aquarius significa más muertes en el mar y más muertes innecesarias de las que nadie será testigo».

Tal y como apuntan, «a pesar de haber trabajado en total y estrecha coordinación con las autoridades», este año al Aquarius se le ha arrebatado en dos ocasiones el pabellón y ahora enfrenta denuncias de actividad criminal. Asimismol, se les ha negado a las personas rescatadas en el mar el acceso a puertos seguros y se les ha rechazado la asistencia de otros barcos.

Según MSF, el final forzado de las operaciones del Aquarius tiene lugar «en un momento crítico». Se estima que 2.133 personas han muerto en el Mediterráneo en 2018. Más de 1.300 de estas muertes han ocurrido en el Mediterráneo central; la inmensa mayoría, de personas que habían partido de Libia. «Los estados miembros de la UE han agravado el sufrimiento al permitir que los guardacostas libios intercepten en el mar a más de 14.000 personas en lo que llevamos año y las devuelvan a Libia a la fuerza. Esto supone una clara violación del derecho internacional».

«Hoy, Europa está apoyando directamente las devoluciones forzadas mientras se adjudica a sí misma una exitosa política de migración», denuncia Karline Kleijer, responsable de emergencias de MSF. «Tenemos que ser claros sobre lo que significa este éxito: falta de asistencia para salvar vidas en el mar; niños, mujeres y hombres rechazados y devueltos a centros de detención arbitraria sin prácticamente ninguna esperanza de escapar; y la creación de un contexto que desalienta a todos los barcos a cumplir con la obligación de rescatar a las personas que están en peligro».

Desde el inicio de sus operaciones de búsqueda y rescate en febrero de 2016, el Aquarius ha asistido a casi 30.000 personas en aguas internacionales entre Libia, Italia y Malta.  «Mientras se sigan ahogando y haya personas atrapadas en Libia, MSF continuará buscando fórmulas para brindarles atención médica y humanitaria», concluye Kleijer.