En declaraciones a los periodistas, Asiron ha negado que exista una «falta de consenso» y que esta sea una decisión "unilateral" y al respecto ha precisado que «eso no es exactamente cierto» ya que «es una potestad de alcaldía el nombramiento de calles y así se ha ejercido desde donde yo tengo memoria» y porque en este caso la medida tiene «el apoyo el gobierno municipal al completo».

«Por lo tanto, dentro de lo que son las atribuciones del alcalde, contaba con muchos más apoyos que los de la persona del alcalde», ha zanjado.

Asiron ha querido además recordar «determinadas obcecaciones que hubo en su momento por parte de una alcaldesa de Pamplona de UPN», quien quiso «mantener, en contra de la voluntad casi unánime del Ayuntamiento, el nombre de la plaza Conde de Rodezn»", haciendo así referencia «al primer ministro de justicia del general Franco».

Y ha añadido que además «hay que poner en valor» que «por primera vez en esta ciudad» una gran avenida lleve el nombre de una mujer, que en este caso fue «muy importante» en la historia «no solo por el hecho de haber sido reina durante 34 años, sino también porque fue una madre de familia de 14 de hijos de los cuales 6 nacieron en Pamplona».

Una mujer que, según el alcalde, «era depositaria de los derechos del reino» y cuyo marido «curiosamente ya tenía una calle desde los años 20, Juan de Labrit, mientras ella estaba desposeída de un honor de este tipo».
«Me parece que es justo y un nombre muy acertado para una avenida muy importante de Pamplona como es esta», ha aseverado.