Osakidetza ha asegurado en un comunicado que, «como no podía ser de otra manera, trata a todos sus trabajadores por igual» y ha recalcado que es «absolutamente falso que se esté discriminando desde el punto de vista laboral» a trabajadores de la OSI Debagoiena.

Por el contrario, LAB y ESK han organizado esta protesta a las puertas del Hospital de Arrasate, secundada por varias decenas de personas, para rechazar la «persecución» que, a su juicio, padecen los facultativos que denunciaron las irregularidades en la oferta pública de empleo.

LAB ha afirmado que «Arrasate es el epicentro de este escándalo no solo por que los tres anestesistas denunciantes» trabajan en este centro sino también por el hecho de que «los presiona una gerencia cuya batuta la sostiene» la misma doctora que presidió el tribunal calificador de la especialidad de cardiología, la «más llamativa de todas, con 22 plazas ofertadas y 22 notas perfectas».

Este sindicato ha considerado «sorprendente que una persona así siga dirigiendo la gerencia de un hospital como el de Arrasate» ya que, en su opinión, con su actitud «faltó al respeto a todas las personas que se presentaron a la OPE y falta al respeto a toda la sociedad vasca intentando ahora vengarse de quienes denunciaron las filtraciones».

ESK ha criticado en otra nota de prensa «las actitudes prepotentes y caciquiles que Osakidetza lleva adelante con la inestimable ayuda de las diferentes gerencias de los hospitales».

En su opinión, «no es casualidad que la represión y el castigo» a los profesionales que denunciaron el «sistema clientelar que impera en las OPE a especialidades médicas se dé desde la dirección de este centro» hospitalario de Arrasate.

ESK ha advertido de que seguirá apoyando «sin fisuras la actitud éticamente irreprochable de todas aquellas personas que valientemente han denunciado el clientelismo de un partido, el PNV, que gestiona las instituciones como si fueran su chiringuito».

La versión de los sindicatos ha sido totalmente rechazada por Osakidetza que ha subrayado que «las condiciones laborales de las más de 26.400 personas que forman parte de Osakidetza están todas sometidas a las mismas normas, derechos y obligaciones».

Osakidetza ha querido dejar claro que «las personas denunciantes tienen derechos laborales, que están siendo respetados, pero también obligaciones respecto a las modalidades de sus contratos que harían bien en respetar y no intentar manipular a la opinión pública».

Ha señalado, por último, que concentraciones como la de este martes «no cuentan con el respaldo de una mayoría sindical de Osakidetza».