En un comunicado, LAB considera que «no existe razón alguna» para que ningún trabajador «se quede en la calle» y subraya que «la obligación de la multinacional es dar trabajo efectivo» a sus trabajadores.
La empresa «ha incumplido su promesa de traer un proyecto industrial para la planta de Orkoien», señala LAB, que entiende que KSS «no puede eludir su responsabilidad y pretender dejar a 130 familias en la calle, máxime cuando la multinacional tiene ingentes beneficios».
LAB asegura que «toma nota de la falta de responsabilidad y de palabra mostrada por la multinacional respecto al plan industrial de KSS» y exige a la multinacional que «asuma su responsabilidad y no despida a nadie».