Más de 2.000 personas se han dado cita en las calles del centro de Gasteiz para mostrar su rechazo al TAV y exigir un tren publico y social. Los asistentes a la marcha, encabezada por decenas de tractores llegados de diferentes puntos de Araba, han denunciado que están «hartas de escuchar mentiras en torno a un modelo ferroviario que lleva décadas creando ruina y destrucción, y demostrando una absoluta falta de rentabilidad social y económica».

«Dicen que el TAV es sinónimo de progreso y desarrollo sostenible, pero repetir infinitamente una mentira no la convierte en verdad. El verdadero progreso y desarrollo sostenible, únicamente se logrará utilizando y modernizando las infraestructuras existentes, como también indicó el Tribunal de Cuentas Europeo. También es mentira que el TAV ayude en la lucha contra el cambio climático, cuando se trata de un modelo ecológicamente insostenible», han añadido.

En este sentido, han recordado que ninguna línea de TAV transporta mercancías en los estados francés y español, y han criticado que los dirigentes institucionales «se llenan la boca diciendo que el TAV nos conectará con Europa, pero en esta nueva mentira, se les olvida mencionar que esta conexión ya existe y que aun la podríamos hacer más eficaz, con la económica solución que nos ofrece el tercer hilo».

Asimismo, han advertido de que, según un estudio de movilidad realizado por el Ejecutivo autonómico, «menos del 1% de los desplazamientos se realiza entre capitales. Además, con el TAV, la inversión en mantenimiento de las líneas convencionales desaparece, empujando a los habitantes de las zonas rurales a usar el vehículo privado». Y han puesto en entre dicho las palabras de la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia.

«Dice que el precio de los billetes entre capitales vascas estará entre 8 y 12 euros. Estudios de la UPV demuestran que, con estos precios, estaríamos muy lejos de tan siquiera cubrir los costes de explotación anuales. Con las políticas de lowcost, Adif alta velocidad ya acumula una deuda de 19.000 millones de euros», han indicado antes de apuntar que «las estadísticas de utilización de los trenes de alta velocidad en el estado francés nos indican que son utilizados mayoritariamente por las personas con mayor renta.

«En este momento de crisis económica permanente, de emergencia social y climática, estamos gastando miles de millones de euros en trenes para ricos pagados por todas y que, con su construcción y mantenimiento, solo enriquecen a unas pocas multinacionales. Resulta ridículo afirmar que el dinero para estas desastrosas infraestructuras viene de Europa y del Ministerio de Fomento, cuando todo el dinero de las administraciones públicas sale únicamente de nuestros bolsillos», han aseverado.

Ante esta situación, los asistentes a la manifestación han reclamado «un modelo ferroviario que una pueblos, comarcas, ciudades, polígonos industriales y que transporte tanto personas como mercancías, vertebrando el territorio, sin dejar zonas aisladas y siendo económicamente asequible para cualquier persona. Exigimos que el dinero público se destine a otras necesidades, como la sanidad, educación, pensiones, políticas feministas, contra el cambio climático, en favor de la soberanía alimentaria, etc. Exigimos la inmediata paralización de los diferentes proyectos, que amenazan todo nuestro territorio, patrimonio cultural y espacios naturales».