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El responsable de vigilancia forestal cesado por Bolsonaro pide que los científicos no se callen

El exdirector del organismo de supervisión de la deforestación en Brasil, Ricardo Galvao, cesado y criticado por el presidente, Jair Bolsonaro, ha alertado a los científicos de que no permanezcan en silencio aunque las autoridades no quieran oír sus datos.

Área deforestada en el este de la Amazonia brasileña (Carl DE SOUZA/AFP)
Área deforestada en el este de la Amazonia brasileña (Carl DE SOUZA/AFP)

Ricardo Galvao, cesado de la dirección del organismo que supervisa la deforestación en Brasil tras recibir las críticas del presidente, Jair Bolsonario, ha apelado a los científicos a que no acepten ser reducidos al silencio.

«¡Los científicos no pueden permanecer en silencio! Debemos expresarnos con fueza. ¡No podemos bajar la guardia!, declaró el viernes Galvao, físico e ingeniero de 71 años en uan reunión en la Universidad de Sao Paulo en la que fue evacionado por cientos de estudiantes y colegas.

Galvao era el director del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), que observa y mide la deforestación en Brasil.

Tras la publiación de datos que indicaban un fuerte aumento de la deforestación en la Amazonia en los meses precedentes, Galvao fue acusado en julio por el presidente, Jair Bolsonaro, de mentir y de dañar la imagen de Brasil.

El científico defendió la «exactitud de los datos publicados por el INPE y rechazó dimitir, pero fue destituido a comienzos de agosto de su cargo en la dirección del Instituto». 

«Las autoridades siempre se molestan cuando los datos dicen cosas que no quieren oír», señaló Galvao en su intervención en la universidad.

Noruega y Alemania suspenden ayudas

La llegada al poder en enero del ultraderechista Bolsonario, que rechaza la crisis climática y defiende la explotación de la Amazonia, ha suscitado el temor por el futuro de la selva amazónica, considerado como el «pulmón del planeta».

Noruega, el principal donante de fondos para la protección de la selva amazónica, anunció el jueves el bloqueo de casi 300 millones de coronas (30 millones de euros) de subvenciones destinadas a Brasil, al que acusa no de no querer actuar ante este problema.

«Brasil ha demostrado que no quiere parar la deforestación», declaró el ministro noruego de Medio Ambiente y Clima, Ola Elvestuen.

El 10 de agosto, Alemania siguió sus pasos y anunció que suspendía una parte de las subvenciones a Brasil, 35 millones de euros, hasta que las cifras de deforestación sean alentadoras.

Bolsonaro respondió con una reacción virulenta. «Noruega no es ese país que mata ballenas en el Polo Norte? ¿Y que también explota petróleo? No es un ejemplo en absoluto para nosotros. Que se guarden su dinero y que ayuen a Angela Mekel a reforestar Alemania», afirmó el presidente brasileño.

Bolsonaro ya había acogido con indiferencia la suspensión de subvenciones de Berlín. «Pueden utilizar ese dinero como les parezca. Brasil no lo necesita», señaló.

La deforestación crece un 66%

La deforestación en la Amazonia de Brasil ha aumentado un 15%  entre agosto de 2018 y julio de 2019, según el Sistema de Alerta de Deforestación que ha registrado 5.042 kilómetros cuadrados de deforestación en este área.

La organización no gubernamental Imazon ha detallado que solo en el mes de julio la destrucción de los bosques ha ascendido a 1.287 metros cuadrados, lo que corresponde a un aumento del 66% con respecto a julio del año anterior, cuando la deforestación alcanzó los 777 kilómetros cuadrados.