Los firmantes de la carta, publicada hoy en ‘El Diario Vasco’, destacan que suscriben el documento «de manera excepcional», ya que «han sido contadas, muy contadas, las veces que hemos firmado algo conjuntamente, y cuando lo hemos hecho ha sido por cuestiones que a nuestro entender tienen que ver con la convivencia y la paz en nuestro municipio».

Todos ellos subrayan que «el pasado ha sido realmente duro, y la construcción del futuro es y será tremendamente delicado, en el que la responsabilidad y el abandono de los espacios de confort se convierten en ingredientes necesarios para que nuestros hijos e hijas o nuestro nietos y nietas no tengan que sufrir lo que a algunas y algunos nos ha tocado vivir».

En este sentido, recuerdan que Manu Ugartemendia, vecino de Errenteria y exedil, fue detenido en setiembre de 2013 en el marco de la operación contra Herrira. De él destacan que «desde hace años, y en el marco de nuestro municipio, se ha convertido en otro protagonista más del camino que se está llevando a cabo a favor de la convivencia y de la paz» y que han compartido espacios de diálogo en el momento en el que fue detenido.

Junto a ello, subrayan que Ugartemendia situó su labor en Herrira como «su aportación a un nuevo tiempo que se habría de caracterizar por la convivencia y la paz también en el ámbito de la defensa de los derechos de los presos y las presas».

Además, señalan que Ugartemendia acudió a los diferentes actos organizados por el Ayuntamiento de Errenteria con el acuerdo de todas las fuerzas políticas «a favor de la convivencia y la paz», como el reconocimento de las víctimas de ETA Vicente Gajate, José Luis Caso y Manuel Zamarreño en junio de 2017.

En esta línea, subrayan que Ugartemendia «no es cualquier protagonista» en «el delicado proceso de construcción de la convivencia y la paz. A pesar de su pasado, o tal vez por eso mismo, la participación de Manu ha sido fundamental en este proceso».

«Algunos de los que firmamos esta carta hemos estado durante largos años amenazados por ETA. [...] Pero es justamente esa condición la que nos lleva a no desear que las futuras generaciones se vean también en la misma situación», señalan.

«El encarcelamiento de Manu no solo eliminaría un importante activo en el proceso que lleva a cabo nuestro municipio, sino que dificultaría la labor de construcción de la paz y la convivencia que tanto está costando a tanta gente, y que podría incluso condicionar a las futuras generaciones», añaden.

Asimismo, califican este nuevo juicio de «tremendamente extemporáneo a ojos de la sociedad vacas» y subrayan que «no responde a los tiempos presentes y menos aún a los que han de llegar en el futuro».

«Es un juicio que nos retrotae a tiempos pasados a los que no queremos volver, y que queremos superar», añaden, al tiempo que consideran esta carta «un acto que solicita la paralización de un juicio que puede condiciona» la construcción «de la paz y la convivencia».