naiz
Bilbo

Ongi Etorri Errefuxiatuak pone sobre la mesa la responsabilidad de Euskal Herria en las guerras

Ongi Etorri Errefuxiatuak ha realizado una «feria con productos Eusko Label» en Bilbo. Pero estos productos no llegaban de las huertas o prados de Euskal Herria, sino de las empresas armamentísticas. Han denunciado «la implicación e hipocresía de instituciones públicas y privadas» y han reclamado «una acogida real» de migrantes y refugiados, víctimas de ese mercado.

«Mercado» armamentístico de Ongi Etorri Errefuxiatuak.
«Mercado» armamentístico de Ongi Etorri Errefuxiatuak.

«En Euskal Herria se producen armas, armas para la guerra, armas que matan. En la actualidad hay más de un centenar de empresas vascas que dedican parte o toda su producción a fines militares», afirma Ongi Etorri Errefuxiatuak, que ha realizado una «feria con productos Eusko Label» en Bilbo. «No solo de la huerta, también los armamentísticos».

El colectivo ha señalado a las empresas Aernnova, ITP, Senner, Sapa, Dassault y Turbomeca y ha recordado que «no solo se produce, sino que también se ensaya la guerra», en referencia al polígono de tiro de Bardenas. «Queremos denunciar que en estos momentos el ejército de Turquía está invadiendo el Kurdistán de Siria y está bombardeando a la población civil con armas fabricadas en Euskal Herria y en España», han señalado.

Ante ello, se han dirigido al presidente español, Pedro Sánchez, y le han reclamado que detenga «inmediatamente» la venta de armas a Turquía y que, «junto al resto de países de la Unión Europea, dejen de hacer negocio con la guerra» y exijan al gobierno turco el fin de la invasión del Kurdistán sirio. «Queremos asimismo denunciar la implicación e hipocresía de instituciones públicas y privadas vascas tales como: la universidad, los centros de formación profesional y otros centros de investigación; el Gobierno Vasco; las entidades bancarias y los representantes de partidos políticos que alaban, apoyan y prestigian socialmente a los empresarios que invierten e impulsan el sector militar», han añadido.

Responsabilidad sobre la migración

En esa línea, han recordado que «el derecho al trabajo no puede estar por encima del derecho a la vida y a la libertad de otras personas». Por ello, han propuesto la conversión de la industria militar vasca en producción para uso civil, «atendiendo a criterios éticos, sostenibles y solidarios», que busquen «transformar la sociedad en la que la vida de las personas esté en el centro».

Del mismo modo, han exigido a las instituciones «una acogida real» de migrantes y refugiados. «Si nuestras bombas son responsables de que miles de personas se vean obligadas a desplazarse de forma forzosa, tenemos el deber de construir ciudades y pueblos de acogida».