El Aita Mari atracará, presumiblemente pasado mañana, en el puerto de Mesina, en la punta noreste de Sicilia.

Este ha sido el puerto asignado por las autoridades italianas como punto seguro de desembarco para las 158 personas rescatadas de Mediterráneo cuando navegaban a la deriva. De ellas, 93 fueron rescatadas el domingo y otras 65 el lunes.

La ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) ha recordado que «el rescate en aguas internacionacionales tiene que hacerse cumpliendo la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, según el cual, ninguna persona rescatada puede ser devuelta a un lugar del que huye. Por tanto, tienen que ser los estados europeos los responsables de garantizar la vida de todas las personas en el Mediterráneo».

SMH ha criticado que «el Gobierno de la UE, aún sabiendo que hay personas que se hacen a la mar en embarcaciones precarias todos los meses, no despliega una fuerza naval de búsqueda y rescate», y critica que «ceda de facto la gestión de las operaciones de búsqueda y rescate a los autoproclamados guardacostas libios».

En este contexto, ha lamentado que «al menos 91 personas desaparecieron la madrugada del 9 de febrero porque los libios se negaron a ir a buscarlos. La Unión Europea es cómplice de estas muertes. Y su estrategia de externacionalizar las fronteras solo sirve para reforzar a terceros países que no pueden ser considerados democracias plenas».