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Ingresa en prisión provisional un detenido por disparar con perdigones a un vecino en Goizueta

Los hechos sucedieron este miércoles, cuando el detenido disparó a un vecino de la localidad al que hirió en el cuello, según el auto facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN). El Juzgado de Instrucción número 5 de Iruñea ha decretado el ingreso en prisión comunicada y sin fianza, por un delito de homicidio en grado de tentativa.

La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Iruñea ha decretado el ingreso en prisión comunicada y sin fianza, por un delito de homicidio en grado de tentativa, de un hombre detenido en Goizueta tras disparar con una escopeta de perdigones a un vecino de la localidad.

Los hechos sucedieron este pasado miércoles, cuando el detenido disparó «de forma sorpresiva, a escasa distancia y por la espalda» a un vecino de la localidad al que hirió en el cuello, según el auto facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN).

La magistrada sostiene en la resolución judicial –que puede ser recurrida–, que el investigado, J.M.L.E., tenía intención de matar a la víctima, ya que dirigió sus disparos «a la cabeza».

Según recoge el auto, los disparos de perdigones causaron al denunciante dos heridas de unos dos centímetros cada una en la región occipital derecha del cerebro.

Prisión provisional por la gravedad de las penas

En la comparecencia celebrada este viernes tras la declaración del investigado, el Ministerio Fiscal ha solicitado el ingreso en prisión, mientras que la defensa ha reclamado la puesta en libertad.

Para la adopción del encarcelamiento provisional, la juez destaca en primer lugar la gravedad de las penas contempladas para este delito, castigado con entre 10 y 15 años.

La magistrada resalta de igual forma que los disparos se realizaron «a corta distancia» y, además, tiene en cuenta que el investigado no auxilió al herido.

Es más, le dijo que él acabaría en la cárcel y la víctima en el cementerio, unas circunstancias que, para la juez, «ponen de manifiesto la voluntad de causar la muerte del denunciante».

Por tanto, la magistrada justifica la prisión provisional por la gravedad de los hechos, para impedir que el encausado pueda volver a reiterar su conducta y para evitar el riesgo de fuga.