Jone Ibáñez seguirá defendiendo la camiseta rojiblanca al menos una temporada más. La centrocampista de Galdakao ha alcanzado un acuerdo con el Athletic para prolongar su contrato hasta 2021 y se convierte en la sexta renovación del equipo desde que se suspendió la temporada.

Una buena noticia para cerrar un curso aciago, no en vano la futbolista se recupera todavía de la luxación de rótula que sufrió el pasado mes de octubre y que le obligó a pasar por el quirófano. Una lesión que le dejaba fuera de combate en una temporada importante, teniendo en cuenta que la anterior había sido la mejor en cuanto a participación en su trayectoria como rojiblanca y que Ángel Villacampa, un técnico al que no le ha temblado la mano para alinear a las futbolistas más jóvenes, también estaba contando con la vizcaina, que cumplirá 23 años el próximo mes de julio.

En declaraciones a la página web del Athletic, Ibáñez ha reconocido sus «ganas de poder empezar a entrenar con todo el grupo después de un año complicado por la lesiín. Voy a dar lo mejor de mí para poder ganarme los máximos minutos posibles. Voy a seguir trabajando porque quiero volver a sentirme futbolista en el terreno de juego», ha asegurado la jugadora, que ha «llevado bien» la larga recuperación de su rodilla. «Lo he llevado bien e intentando ser positiva –ha explicado–. Ha sido un año diferente en todos los sentidos porque el confinamiento no ha sido fácil para nadie y a mí me ha retrasado un poco los plazos. Pero estoy trabajando para volver cuanto antes. Tengo muchas ganas de volver a entrenar con todas mis compañeras», ha insistido.

La de la centrocampista de Galdakao es la sexta renovación que cierra el Athletic desde que se suspendió la temporada –antes había firmado también Lucía García–, tras las de Azkona, Oihane Hernández, Valdezate, Vanesa Gimbert y Andere. Por el contrario, son cuatro las futbolistas que dejan el equipo. Ainhoa Tirapu y Ainhoa Álvarez cuelgan las botas, mientras Damaris Egurrola y Maite Oroz ya han anunciado su decisión de abandonar Lezama, aunque los polémicos derechos de formación pueden obstaculizar su salida.