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París

Demoledor informe de los Bomberos sobre la gestión de la crisis sanitaria en el Estado francés

Sobrepasados e incapaces de coordinar los cuerpos de emergencias. En un crudo informe, la Federación de Bomberos del Estado francés ha destripado la gestión de la epidemia del coronavirus por parte del Ministerio de Salud y sus agencias, que, por su parte, califican de infundadas las acusaciones.

Un TGV medicalizado a punto de partir con pacientes de coronavirus de la estación de Austerlitz, en París, el 1 de abril. (Thomas SAMSON | AFP)
Un TGV medicalizado a punto de partir con pacientes de coronavirus de la estación de Austerlitz, en París, el 1 de abril. (Thomas SAMSON | AFP)

Para la Federación Nacional de Bomberos de Francia (FNSPF), que supervisa la labor de unas 247.000 personas, la epidemia de covid-19 tenía que haber dado la oportunidad de movilizar a lo mejor del conjunto de las administraciones y servicios de emergencias.

Pero en un informe interno destinado al Ministerio de Interior, y revelado este domingo por “Le Parisien”, hace una mordaz crítica de la gestión de la crisis por el Gobierno, al que acusa de haber confiado la dirección de la gestión solo al Ministerio de Salud.

Este documento viene a alimentar las tensiones que existen desde hace  tiempo entre los Bomberos, que dependen de Interior, y los servicios de salud sobre la forma de gestionar las llamadas de emergencia, especialmente del Samu, así como el rescate y el transporte de personas enfermas.

En el Estado francés, los Bomberos, además de actuar para prevenir y sofocar incendios y en los rescates, son uno de los proveedores de servicios médicos de emergencia.

«Comando único»

Este informe «todavía no está concluido y no debía filtrarse a la prensa», ha precisado a AFP Hugues Deregnaucourt, vicepresidente de la FNSPF, aunque asume las críticas mordaces hacia el Ministerio de Salud y las Agencias Regionales de Salud (ARS).

Durante la epidemia de coronavirus, se ha encomendado a la administración de Salud «el rol de comandante de crisis, cuando nada en su organización y su cultura le predisponía a asegurar eficazmente ese papel», denuncia la FNSPF.

Las ARS realizan una «gestión contable y financiera del sistema de salud». «Parecía que estaban acaparadas por la gesstión del número de plazas en reanimación hospitalaria y por las subidas estadísticas», indica el informe.

Hasta mediados de marzo, añade, el Ministerio de Interior y los prefectos estuvieron excluidos del proceso de decisión. Después hubo «una organización bicéfala entre los ministerios de Salud y de Interior». Pero, para gestionar una crisis, es necesario «un comando único», según la FNSPF.

«Infrautilizados»

Todo eso ha complicado enormemente el trabajo y la organización de los servicios de emergencia sobre el terreno, donde en primer lugar se colocan los bomberos, que se han sentido «infrautilizados», según dice la federación.

En algunos departamentos, «realmente se ha procurado no utilizar a los bomberos», afirma Deregnaucourt.

«Ha faltado pragmatismo, realismo, proximidad y confianza en quienes se enfrentan a los problemas de la gente habitualmente», ha añadido esta tarde el presidente de la FNSPF, Grégory Allione.

«Los alcaldes, los departamentos, nunca han sido utilizados por las ARS», ha declarado Allione durante una visita a Sallanches (Alta Saboya).

Esta ausencia de diálogo ha favorecido, sobre todo, «el olvido de los EHPAD (residencias para personas mayores dependientes), dejando solas a las colectividades locales ante las numerosas muertes de nuestros mayores», subraya el informe.

La federación también denuncia la saturación del número de urgencias 15, regulado por el Samu, con tiempos de espera que a veces rondan los 40 minutos, según señala.

Aprovecha para reclamar de nuevo que se instauren dos números: el 112 para las urgencias y el 116-117 para otros cuidados, para liberar así tanto a los servicios del Samu como a los Bomberos de llamadas que no siempre son urgentes y que llegan a abrumarles.

«Exageraciones»

El informe incide en los centenares de evacuaciones de pacientes en TGV o en helicóptero con el objetivo de descongestionar los hospitales, una «auténtica exageración», según la Federación de Bomberos, «porque a menudo había plazas en la clínica de enfrente».

En uno de esos convoyes de TGV medicalizados llegaron al Hospital de Baiona algunos de los 46 pacientes trasladados desde Alsacia a centros de Nueva Aquitania a finales de marzo.

Requerido por AFP, el Ministerio de Salud ha lamentado la publicación «en plena crisis» de un «informe que, claramente, no está respaldo» y «no refleja las acciones» de los profesionales movilizados.

Ha negado, asimismo, cualquier ausencia de comunicación entre las ARS y las prefecturas, y ha justificado las evacuaciones en trenes desde la región parisina, donde «a finales de marzo no quedaba ni una cama de reanimación disponible».

Por su parte, el presidente de Samu-Urgencias, François Braun, ha denunciado este «panfleto» que recoge «falsas informaciones» que muestran «la gran frustración» de la Federación de Bomberos. «Es tanto más incomprensible en cuanto sobre el terreno hemos tenido una buena cooperación con los Bomberos», ha añadido, sin excluir la presentación de una querella por difamación.