Una vaca y una yegua han encabezado la marcha reivindicativa que ha partido, a las 10.30, desde el paseo de la Estación de Trapagaran, haciendo parada en el barrio de Sagrada Familia en Ortuella, para finalizar ante el Ayuntamiento de Abanto, donde se ha dado lectura a un manifiesto, en el que han defendido el derecho que les asiste a que el ganado paste en las praderas donde lo han hecho durante siglos.
Los ganaderos llevan años denuncian que la Diputación les impide que sus animales pasten en los montes de Triano, produciéndose periódicamente requisan de «vacas y yeguas que no conocen fronteras» con las consiguientes multas. El conflicto en vez de resolverse con el paso del tiempo, se ha enconado aún más.
Los vecinos de Meatzaldea con ganado «no se oponen a que se regule el monte, porque los tiempos han cambiado y los usos no son los mismos de los hace 100 años», pero reclaman el derecho a pastar en estas parcelas que «han sido entregadas a asociaciones de ganaderos con tiempo limitado».