Muchos de estos hosteleros que están cerrados pertenecen, además, a las asociaciones zonales de pueblos y ciudades de Nafarroa y de barrios y centro de Iruñea, integradas en Comerciantes de Nafarroa, «por lo que son doblemente compañeros», indica la asociación en una nota.

En ella argumentan que el comercio y la hostelería son «actividades complementarias y necesarias» en las ciudades y pueblos y que «contribuyen no solo a generar riqueza y empleo sino que son un elemento fundamental a la hora de dar la vida a nuestras calles y plazas, hasta el punto que, desde el forzado cierre de la hostelería, la vitalidad de nuestros espacios urbanos se ha visto seriamente afectada».

Al respecto, consideran los comerciantes que «se ha utilizado a la hostelería injustamente como cabeza de turco a la hora de tomar medidas contra la pandemia» ya que, según datos del Ministerio español de Sanidad, solo el 3,71 % de todos los brotes tenían su origen en la hostelería (incluidos todos sus subsectores), mientras que el ámbito social, el familiar y el de los amigos suma casi el 70 % de todos los contagios.

Por ello, apelan a la Administración navarra a que «atienda las justas demandas de este sector, con el fin de evitar el cierre, en muy pocos meses, de miles de empresas».

También, como representantes de un sector igualmente afectado por la pandemia, como es el comercio, con «casi un 50 % de bajada media de facturación desde marzo, especialmente en el subsector de equipamiento personal (ropa, calzado y complementos)», piden al Gobierno navarro un «plan extraordinario e integral de impulso del comercio minorista que le permita sobrevivir a esta pandemia».