Dabid Lazkanoiturburu

Armenia lanza un SOS a Rusia en plena ofensiva azerí en Karabaj

Armenia ha enviado una misiva al presidente de Rusia, Vladimir Putin, con la solicitud de iniciar consultas urgentes sobre una posible ayuda militar a Erevan en plena ofensiva del Ejército de Azerbaiyán contra Nagorno Karabaj. La ofensiva cuenta con material bélico de última generación y asesores militares y mercenarios sirios enviados por Turquía.

Trinchera armenia en el enclave de Nagorno Karabaj. (Aris MESSINIS/AFP)
Trinchera armenia en el enclave de Nagorno Karabaj. (Aris MESSINIS/AFP)

El ministerio de Asuntos Exteriores armenio ha asegurado hoy sábado en un comunicado, que «el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian envió una carta al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la que explica detalladamente la situación creada a consecuencia de la agresión militar azerbaiyano-turca contra Nagorno Karabaj y los retos existentes».

La misiva incluye la petición de «consultas urgentes para determinar la naturaleza y la cantidad de ayuda que la Federación Rusa puede aportar a Armenia para garantizar su seguridad».

En su carta, Pashinian afirma que los combates se estarían acercando a las fronteras de Armenia. Así, tras invocar las buenas relaciones entre ambos países y el tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua que liga a Ereván con Moscú desde el 29 de agosto de 1997, el primer ministro armenio lanza un SOS al Kremlin.

Rusia tiene una macro-base militar en suelo armenio y está obligada a actuar por un tratado de Defensa bilateral. Pero aduce que este no alcanza al enclave armenio de Nagorno Karabaj, arrebatado a Azerbaiyán en la guerra que tuvo lugar en pleno desplome de la URSS a principios de los noventa, y que es escenario de la creciente ofensiva azerí.

El Ministerio de Exteriores ruso ha vuelto a reiterar hoy que Moscú ofrecerá a Armenia todo el apoyo necesario si los combates se trasladan a territorio armenio». Oficialmente, Nagorno Karabaj es un «Estado» no reconocido por ningún país del mundo, a excepción de Armenia, al que aspira a integrarse.

Hoy sábado, el Comité de Situaciones de Emergencias karabají ha acusado a Bakú de volver a atacar con cohetes Stepanakert, la capital del enclave.

«El objetivo de hoy es el mercado de Stepanakert. Se han causado graves daños a la infraestructura social y fue destruida una vivienda. Según datos previos no hay víctimas», ha añadido.

Pero el verdadero objetivo del Ejército azerí es la localidad karabají de Shushi, situada a solo unos 15 kilómetros de Stepanakert.

El presidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj (Artsaj), Araik Aratunian, aseguró ayer que el Ejército azerbaiyano está a solo 5 kilómetros de la ciudad, que alberga la Catedral de Cristo Salvador de Shushi, construida en el siglo XIX y que fue bombardeada a principios de mes en dos ocasiones por las fuerzas azeríes,

Bombas de fósforo

Karlos Zurutuza, colaborador de GARA que ha podido llegar a Shushi en las últimas horas, informa de que la ciudad está al caer y que el Ejército azerí ha lanzado bombas de fósforo a los  bosques de alrededor para forzar el éxodo de la población.

El presidente armenio del enclave, Aratunian, ha exhortado a una defensa numantina de la ciudad. «Como dicen: quienquiera que controle Shushi controla Artsaj (…) Al igual que en 1992, cuando nuestra marcha victoriosa comenzó con la liberación de Shushi, hoy nuestra marcha victoriosa está asociada con la defensa de Shusi», señaló el líder karabají.

«Estuve en Shushi por primera vez el 8 de mayo de 1992 y fui uno de los primeros que entró a la Catedral y besó la cruz. Y hoy volví a besar la cruz, recé, encendí una vela en el nombre de la victoria», afirmó Aratunian, apelando al sentimiento religioso de los armenios, ortodoxos, frente a los azeríes, musulmanes chiíes.

Por su parte, Bakú, que considera que Sushi sería la «cuna cultural» de Azerbaiyán, ha denunciado que las fuerzas armenias continúan  atacando objetivos civiles en las regiones azeríes de Tartar, Agdam y Aghjabadi.

Amnistía Internacional (AI) ha confirmado el uso de bombas de racimo, armamento prohibido por las normas internacionales, por primera vez parte de las fuerzas armenias en el conflicto de Nagorno Karabaj.

El jueves, la Fiscalía General azerí denunció un ataque de las fuerzas armadas de Armenia contra la ciudad de Barda en el que habrían sido utilizadas bombas de racimo y que causó la muerte de al menos 21 personas y heridas a más de 70.

«Los expertos de AI del grupo de respuesta a crisis estudiaron fotos (tomadas por reporteros de Vice News en la ciudad) con fragmentos de municiones en racimo 9N235 de cohetes 9M55 Smerch de fabricación rusa, que al parecer fueron disparados contra la ciudad por las fuerzas armenias», afirmó la ONG.

No es la primera vez que se utilizan bombas de este tipo en Nagorno Karabaj: el 5 de octubre, Amnistía Internacional identificó municiones en racimo M095 DPICM disparadas por fuerzas azerbaiyanas contra la capital karabají de Stepanakert.

El recrudecimiento de la ofensiva aterí y el SOS armenio a Rusia tiene lugar después de que el ministro de Exteriores armenio, Zohrab Mnatsakanian, y su homólogo azerí, Djeyhoun Baïramov, alcanzaran el viernes a última hora en Ginebra un acuerdo por ambas partes de no atacar objetivos civiles.

Tres anuncios de tregua, dos por mediación rusa y un tercero a instancias de EEUU, han quedado hasta la fecha en agua de borrajas. Agua que se transforma en sangre. Sangre de civiles.