La 82 edición de la Quincena Musical de Donostia ha obtenido una ocupación media del 95% en los 74 conciertos que ha ofrecido, con unas expectativas que «se han visto satisfechas».

El director del festival, Patrick Alfaya, ha presentado este viernes en una rueda de prensa el balance de una cita que se ha desarrollado «al 75 % artísticamente» en comparación con los años anteriores, ya que no ha habido ópera y las orquestas internacionales «no han tenido el peso que suelen tener otros años», aunque han participado un «mayor número de estrellas» solistas.

Ha destacado que en los once grandes conciertos del Auditorio Kursaal, testigo del «carácter internacional» de la Quincena, se han registrado llenos absolutos con el 99,49% del aforo, 800 butacas. «En todos los demás ciclos se han agotado las entradas, salvo en el de danza», ha señalado, que ha tenido «una respuesta más débil», «de un 65% o 70%», que ya anticipaba pues «era una apuesta un poco arriesgada» que «tiene que crecer poco a poco» y que seguirán manteniendo en la programación.

En total, han acudido 18.368 personas a las citas musicales programadas, que se han desarrollado «con total normalidad» –solo tuvo que cancelarse un concierto en la jornada inaugural por causas ajenas– y han dejado una recaudación de 385.000 euros brutos.

Apuesta por lo local

Esta edición, que «apostaba por la recuperación», ha estado «marcada» también por el regreso de los coros y ha contado con «una importante presencia de músicos y agrupaciones locales» como el Coro Mixto Easo, el Orfeón Donostiarra, la Euskadiko Orkestra o la Euskal Herriko Gazte Orkestra, que ha protagonizado su debut.

Además, las guipuzcoanas Lucía Lacarra e Iratxe Ansa han presentado sus últimos proyectos de danza, se estrenó la nueva producción de la Quincena, "Hirira", y han pasado medio centenar de intérpretes de la provincia como Marta Zabaleta, Josu Okiñena, Iagoba Fanlo o Carmen Artaza.

El variado repertorio ofrecido por los músicos ha permitido al público escuchar obras de 37 compositores del Estado español, «la mayoría vascos», el estreno absoluto de dos encargos del festival y partituras de 38 compositores de todo el mundo en activo.

En 2022

Para el año que viene, Alfaya ha anunciado que, si bien la situación de los aforos «condicionará» la programación, «la intención es hacer ópera y estamos trabajando en un reparto», aunque ha advertido de que con un 35% de aforo «es muy complicado» poder ofrecer esta disciplina.

Asimismo, al ser año Sorozabal, habrá espectáculos en torno a él, mientras que volverán a visitar Donostia «cuatro o cinco orquestas extranjeras» en función de la apertura de fronteras.

«Estamos planificando también dos conciertos grandes» de Quincena –ha adelantado–, pero podrían ser cancelados si sigue siendo necesaria la separación de metro y medio de distancia.

En cuanto al presupuesto, espera que las aportaciones públicas «sean similares» a las de este año, en el que han sufrido un recorte del 10% «que no ha tenido un gran impacto al no ofrecer ópera», y prevé una cuantía en torno al 70% de ocupación.

Finalmente, ha destacado «el programa imaginativo» que ofrecerá este viernes en el Kursaal la Budapest Festival Orchestra que interpretará, entre otras obras, el "Concierto en sol" de Ravel junto al pianista Dejan Lazic. Considerada en su momento «una de las 10 mejores orquestas del mundo», es «la que más veces ha estado en el festival» y será la encargada de poner el colofón a la 82 Quincena Musical de San Sebastián.