El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha informado este miércoles de que la meta fijada por la OMS de que el 40% de la población de todos los países estuviera inoculada contra el covid-19 para finales de 2021 no se va a alcanzar. Y es que 92 países, africanos en su mayoría, se quedan muy lejos de alcanzar dicha tasa.

«Era una meta plausible y no haberla alcanzado no solo es una vergüenza moral, sino que ha costado muchas vidas y ha dado al virus la oportunidad de expandirse y mutar», ha deplorado el director general de la Organización Mundial de la Salud.

Hoy por hoy, la tasa de vacunados en el mundo roza el 60% de la población. Sin embargo, los porcentajes varían drásticamente entre países occidentales y los del tercer mundo. Así, mientras que en Occidente se roza el 80% de la ciudadanía vacunada, en las economías de bajos ingresos, principalmente en el continente africano, apenas alcanzan el 8% de ciudadanos vacunados.

Adhanom ha señalado que los problemas de suministro han sido la principal causa de este fracaso. Sin embargo, ha denunciado que en muchos casos las vacunas llegaron a los países en desarrollo próximas a su fecha de caducidad o sin los componentes imprescindibles para administrarlas, así como las jeringuillas.

Respecto a 2022, Adhanom ha pedido a la comunidad internacional seguir trabajando para que se consiga la nueva meta establecida: alcanzar para mediados de 2022 el 70% de la población vacunada en todos los estados del Globo. «Para el próximo año pido a los líderes estatales y a la industria farmacéutica que prediquen con el ejemplo en lo que a igualdad de vacunas se refiere», ha subrayado el director general.

Asimismo, ha recalcado que es el momento de sobreponerse a «nacionalismos cortoplacistas» y «proteger a poblaciones y vacunas» contra futuras variantes del coronavirus. Por último, el director ha recalcado que la clave para terminar con la pandemia es «acabar con la desigualdad en el reparto de las vacunas».