
Por primera vez en sus 86 ediciones, la Quincena Musical de Donostia ha incluido en su programación uno de los grandes títulos del teatro musical: ‘West Side Story’, la obra maestra de Leonard Bernstein que se convirtió en un hito de la cultura popular estadounidense, gracias a su adaptación al cine en 1961. Esta misma tarde, el Kursaal se convertirá en escenario de esta icónica historia de amor y violencia urbana, en una versión concierto (sin escena) que reunirá a destacados cantantes vascos e internacionales bajo la batuta del británico Clark Rundell.
Leonard Bernstein fue uno de los músicos más completos del siglo XX y una figura fundamental para la música estadounidense. Sobresalió en todo lo que hizo: como director de orquesta fue y sigue siendo una referencia fundamental, y a él se debió, en parte, el revival de la música de Mahler a partir de mediados del siglo pasado. Fue también un magnífico pianista, dirigiendo a menudo desde el teclado, y un divulgador excepcional, protagonizando una serie de vídeos sobre los secretos de la música que aún hoy son de visionado obligado para quienes deseen iniciarse en el mundo de la música clásica.
Pero su faceta más influyente fue, sin duda, la de compositor, pues ayudó a configurar la aún joven música norteamericana con creaciones de gran originalidad y calado popular. Aunque, en realidad, fue un compositor prolífico y ecléctico que se interesó por extremos tan opuestos como la música vernácula americana o el dodecafonismo.

La de 1950 fue, para Bernstein, la década del teatro musical. Aunque se trata de un género que en las últimas décadas ha inclinado su balanza hacia el pop y las músicas ligeras, a mediados del siglo XX era aún un fructífero campo de experimentación. Bernstein especulaba sobre una forma de teatro musical genuinamente estadounidense, que fusionase las tradiciones europea de la ópera y americana de la comedia musical.
Los cuatro musicales que escribió en los años 50 parecen guiarse por esa búsqueda: ‘On The Town’, ‘Wonderful Town’, ‘Candide’ y, finalmente, ‘West Side Story’, considerado el máximo exponente en la implementación de esa teoría, con su genial uso de recursos del Viejo Mundo como los leitmotiv, el desarrollo motívico o la técnica de la variación, junto a otros del Nuevo Mundo como las armonías de jazz, los timbres latinos y los ritmos de las músicas de baile populares.
‘West Side Story’ se estrenó como musical en 1957 en Washington D.C. con un grupo instrumental reducido en el foso, antes de moverse a Broadway, donde cosecharía el éxito arrollador que daría pie a la producción de la legendaria película dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins. Como es bien sabido, su historia es una revisión de la tragedia ‘Romeo y Julieta’ de Shakespeare, trasladada al Upper West Side de Nueva York y con la trepidante rivalidad entre dos bandas juveniles como moderna reencarnación de los Capuletos y Montescos. En las agitadas calles del Oeste de Manhattan, dos pandillas juveniles se enfrentan por el control territorial: los Jets, descendientes de inmigrantes europeos nacidos en Estados Unidos, y los Sharks, recién llegados desde Puerto Rico. La tensión entre ambos grupos hace imposible la armonía vecinal, pero en medio del conflicto por el control del barrio, surge el amor imposible entre Tony, fundador de los Jets, y Maria, hermana del líder de los Sharks, que desemboca, como no podía ser de otra manera, en un desenlace trágico en medio de la violencia desatada.

Miren Urbieta-Vega es una de las sopranos vascas más queridas por el público y se hará cargo, por primera vez en su carrera, del papel de Maria. Los inicios de la donostiarra se remontan a 2010, cuando, tras finalizar los estudios de canto con Maite Arruabarrena en Musikene, fue aceptada en el Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo de Valencia, donde pudo trabajar con figuras como Alberto Zedda o Roger Vignoles. También recibió clases magistrales de leyendas del canto como Jaime Aragall, Montserrat Caballé o Mirella Freni.
El punto de inflexión en su carrera se produjo en 2014, al ganar el Premio a la Mejor Cantante estatal en el prestigioso Concurso Viñas de Barcelona, que le dio la oportunidad de trabajar en el Teatre del Liceu, y un año después, el Premio a la Mejor Cantante Revelación de los Premios Líricos Campoamor de Oviedo. Desde entonces, se ha convertido en un nombre habitual en los repartos de los teatros líricos estatales, pero entre esa intensa actividad operística, siempre saca tiempo para la música vasca, cultivando con verdadera la pasión el repertorio vocal, a veces casi olvidado, de compositores vascos de todas las épocas. De hecho, una de sus últimas actuaciones en la Quincena Musical fue en la zarzuela ‘La tabernera del puerto’, de Pablo Sorozabal, que el festival llevó a escena en el verano de 2022, dando vida a su protagonista, Mariola. Pero la relación de Urbieta-Vega con el festival se remonta a mucho más atrás, a cuando aún era cantante en formaciones corales como Conductus Ensemble o KUP Taldea.
Su partenaire en esta función de ‘West Side Story’ será Caspar Singh, como Tony, el enamorado de Maria. El tenor británico-indio, graduado con honores en la Guildhall School of Music and Drama de Londres, ha sido en las últimas temporadas el principal tenor mozartiano de la Ópera Cómica de Berlín, tras haber formado parte del elenco estable de Ópera Estatal de Baviera. Es un joven cantante que está creciendo rápidamente en el ámbito internacional: en los últimos meses ha debutado en la Ópera de Malmö y en la Ópera Noruega como Ferrando en ‘Così fan tutte’, y en la Grange Park Opera protagonizando el estreno mundial de ‘Taj Mahal’, una nueva ópera del sitarista indio Nishat Khan. Ha pasado también por los famosos Proms de Londres para actuar en ‘A Midsummer Night’s Dream’, de Britten, y el de esta tarde será su debut en la Quincena Musical.
Urbieta-Vega y Singh encabezan un elenco que incluye a una docena de cantantes más, ya que el de ‘West Side Story’ es un guion muy coral. Algunos de los cantantes invitados son internacionales, como Henry Neill que será Riff; pero, al igual que ocurrió con ‘Amaya’ de Guridi el pasado 9 de agosto, la Quincena Musical ha apostado sobre todo por el talento local. Así, Nerea Berraondo hará de Anita, Jorge Ruvalcaba será Bernardo, y Arantza Ezenarro, Lucía Gómez, Juan Laborería, Lorea López, Ainhoa López de Munain, Luken Munguira, Julen García, Darío Maya, Mario Hernández, Ibai Murillo e Izei Múgica darán vida a los numerosos integrantes de las dos bandas rivales.
Un especialista en Bernsten al frente de Euskadiko Orkestra
Al igual que en ‘Amaya’, la parte orquestal ha sido encargada a la Euskadiko Orkestra, que es una colaboradora fundamental de la Quincena desde que se creó la orquesta nacional vasca en 1982. La parte coral, por su parte, la cantará una agrupación de gran raigambre en Donostia, Easo Abesbatza. Tanto en su tradicional formación de voces graves, que se remonta a 1940, como en el más reciente formato de voces mixtas, creado en 2006, la coral donostiarra ha gozado siempre de una amplia presencia en la programación del festival, y también han sido muy importantes para el festival los coros juveniles de la familia Easo, que desde hace varios años vienen protagonizando la Jornada Infantil. La semana que viene, sin ir más lejos, los y las benjamines del Easo estrenarán una ópera titulada ‘Nizugu’ en el Victoria Eugenia.
La dirección musical correrá a cargo de Clark Rundell, que actúa por primera vez en la Quincena. Rundell es un director británico muy solicitado para liderar óperas anglosajonas del siglo XX, y particularmente la música de Bernstein, que ha dirigido por medio mundo. Es también un gran especialista en música contemporánea, aunque su amplio repertorio abarca desde el XVIII hasta la actualidad.
Rundell colabora con orquestas británicas como las diferentes formaciones de la BBC o la Britten Sinfonia, y tiene una fuerte conexión también con los Países Bajos, donde colaboró estrechamente con el gran compositor Louis Andriessen. Pero lo que hace a Rundell tan adecuado para dirigir es su larga lista colaboraciones con artistas de otros géneros musicales, habiendo trabajado junto a Elvis Costello, Esperanza Spalding, Toumani Diabaté o Brad Mehldau, entre otros.

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