2024 IRA. 10 - 14:54h En busca de una ciudad subterránea escondida en Midyad Midyad, un municipio de Kurdistán Norte, se encuentra actualmente «patas arriba», pues bajo sus casas de piedra decenas de operarios excavan y restauran una amplia red de sótanos. Lo hacen porque sospechan que se encuentra escondida la que podría ser la mayor ciudad subterránea del país. Un operario trabajando en la excavación. (YASIN AKGUL | AFP) NAIZ Hasta el momento, los operarios han limpiado medio centenar de estancias, conectadas entre sí por un túnel de 120 metros de longitud. Algunas llevan inscritas en las paredes enigmáticos dibujos: un caballo, estrellas de ocho puntas, árboles, la mano de un adulto... Mervan Yavuz, el responsable actual de los trabajos de conservación de Midyad, explica que ya se han inspeccionado más de 8.200 metros cuadrados de un total estimado de 900.000, números que convertirían la red en la mayor ciudad subterránea de Anatolia. «Y puede que del mundo», comenta orgulloso e ilusionado. Los trabajos comenzaron, «casi por casualidad», en junio de 2020. Los operarios municipales estaban limpiando los sótanos de las habitaciones cuando encontraron una puerta de madera azul que comunicaba con un estrecho túnel, de menos de 1,70 metros de altura. Yavuz traduce el hallazgo en palabras: «Para protegerse del clima, de los enemigos, de los depredadores y de las enfermedades, la gente buscó refugio en los sótanos hasta hacer una verdadera ciudad». La entrada inicial estaba conformada por una apertura redonda bajo la que había que agacharse para poder pasar. «De hecho –dice–, sospechábamos de su existencia; el suelo se hundió y una máquina de construcción cayó en los años 1970. Pero entonces no nos interesamos por saber más; simplemente, lo apuntalamos y lo cerramos». Cultos prohibidos Esta pequeña ciudad kurda se encuentra a las puertas de la antigua Mesopotamia, muy cerca de Siria, en una región que ha sido codiciada y ocupada por grandes imperios. «Paganos, judíos, cristianos, musulmanes... Todos estos creyentes contribuyeron a la ciudad subterránea de Matiate», cuenta Yavuz utilizando el antiguo nombre de Midyad, que ya aparece en el primer milenio antes de Cristo en una estela que relata su conquista por parte de los asirios. Adentrándose en el túnel, Yavuz termina en una sala con el suelo cavado en piedra caliza, en medio de la que hay una losa que pudo haber servido para celebraciones o sacrificios. En las paredes se aprecian todavía las huellas de los golpes con herramientas para abrir caminos en la roca.«Como el lugar estuvo ocupado ininterrumpidamente, es difícil atribuir su origen», estima Yavuz, quien sugiere que judíos y cristianos encontraron allí la posibilidad de practicar sus cultos prohibidos. «Antes de la llegada de los árabes, estas tierras eran duramente disputadas por los asirios, los persas, los romanos, luego los bizantinos», afirma, por su parte, el doctor Ekrem Akman, historiador de la Universidad de Mardin, la capital provincial situada 80 kilómetros al oeste. «Los cristianos de la región empezaron a construir desde los siglos V y VI muchos monasterios fortificados», añade. Atractivo turístico Terminadas las invasiones, los sótanos siguieron siendo útiles, asegura Gani Tarkan, el exdirector del museo de Mardin, que recuperó numerosos objetos cotidianos, piezas de bronce y cerámicas de esa red subterránea. «Incluso cuando los ataques finalizaron, cuando el cristianismo se convirtió en religión oficial [del Imperio bizantino], la gente continuó usando ese lugar como espacio de vida», explica. «Algunas salas sirvieron de catacumbas; otras, de graneros». Allí se han encontrado esqueletos, pero también restos de animales y productos agrícolas que fueron almacenados en los tiempos del posterior Imperio otomano.Lejos del radiante sol de la superficie, en la fresca oscuridad de los sótanos, Mervan Yavuz señala tres grandes agujeros redondos excavados para colocar ánforas de vino producido en las colinas circundantes, todavía una especialidad de los cristianos de la zona.A diferencia de las ciudades subterráneas verticales de la región de Capadocia, construidas por pisos en la profundidad de la piedra, la de Midyad se extiende horizontalmente, afirma Gani Tarkan.El Ayuntamiento de Midyad, que financia íntegramente los trabajos de exploración, cuenta con llevar adelante esta tarea con la esperanza de atraer turistas a esta ciudad de 120.000 habitantes.