Hoy en día, dadas las circunstancias y viendo las demandas físicas que requieren muchos deportes, está claro que las carreras de alta intensidad y los esprint han aumentado considerablemente, por lo que el rendimiento en distancias cortas y la velocidad alcanzada durante el primer paso se consideran indicadores clave del potencial de rendimiento. El entrenamiento de fuerza es básico en el plan de desarrollo del deportista, ya que poseer un alto nivel de fuerza máxima se ha relacionado positivamente con el rendimiento de carreras a altas intensidades.

Dado que las habilidades de esprint y aceleración se consideran determinantes, muchas investigaciones se han centrado en el impacto del entrenamiento de esprint resistido. Se ha reportado que este tipo de entrenamiento mediante un trineo cargado (Sled Training) es efectivo para mejorar el rendimiento del esprint durante la fase de aceleración temprana. Estos métodos se utilizan para aumentar las fuerzas propulsoras de los músculos de la parte inferior del cuerpo. Estos estímulos promueven básicamente el desarrollo de los componentes de fuerza horizontal del esprint.

La mayor efectividad de este tipo de entrenamiento se encuentra en las fases de esprint de 0 a 10 metros, aunque haya también una disminución del tiempo medio de esprint entre 0 y 30 metros.

Siempre es importante remarcar cuál es el objetivo del entrenamiento, ya que la carga introducida en el trineo variará según esta. La determinación de la carga es un aspecto determinante influyendo en los cambios en la cinemática del esprint. Unos autores indican que la carga nunca debe superar el 20% de la masa corporal del sujeto para no alterar la cinemática del esprint. Sin embargo, otros autores informan de que las cargas altas son más efectivas, ya que aumentan la producción neta relativa de momento horizontal y propulsión.

En conclusión, lo que queda claro es que este método de entrenamiento es efectivo para mejorar la capacidad de aceleración.