La fertilidad en ambos extremos del peso
¿El peso corporal de las personas puede influir en la fertilidad? La dietista-nutricionista de 7K explica que la adiposidad excesiva, tanto en hombres como en mujeres, puede influir en la capacidad para concebir y poder procrear, pero también las dietas muy restrictivas repercuten en la fertilidad.

Hace tiempo dedicamos esta sección a hablar de las dificultades para la concepción y todo lo relativo a la fertilidad que conllevaba una adiposidad excesiva. La evidencia sugiere que, a medida que aumenta el grado de adiposidad, esto afecta negativamente en la fertilidad tanto en hombres como en mujeres, disminuyendo así las tasas de implantación y de nacimientos a término. En las mujeres puede provocar desequilibrios hormonales, problemas de ovulación e irregularidades menstruales, lo que aumenta el riesgo de infertilidad. En los hombres, el exceso de adiposidad puede asociarse con niveles más bajos de testosterona, mala calidad del esperma y disfunción eréctil, lo que también reduce la fertilidad.
Por eso en numerosas clínicas de fertilidad se aconseja a las pacientes la reducción del peso corporal (que no de grasa corporal) para favorecer el éxito del tratamiento.
Sin embargo, y aunque la evidencia científica respalda esto, la forma en la que se recomienda la pérdida de peso atiende muchas veces más al estigma de peso que a otra circunstancia.
Y es que lo que pocas veces pensamos, tanto la sociedad en general como la comunidad médica, es si la delgadez y la restricción afectan a la fertilidad. Más allá de la delgadez como complexión corporal, lo que sí sabemos es que comer poco incrementa el riesgo de que no se logre un embarazo o que se pierda en etapas tempranas. Y es que la falta de calorías y nutrientes puede suprimir el eje hipotálamo-hipófiso-gonadal, lo que conlleva niveles más bajos de hormonas sexuales y alteración en la maduración y calidad del óvulo y la ovulación en sí misma.
También sabemos que una ingesta restrictiva que disminuye los niveles hormonales hace a su vez que el endometrio sea más fino y menos receptivo, lo que acaba por dificultar la implantación del embrión. Al mismo tiempo, el déficit de nutrientes concretos como proteínas, ácidos grasos y algunos minerales afectan a la modulación del sistema inmune de la mujer, algo clave para que ese embrión sea aceptado y logre implantarse con éxito.
De esta manera, podemos concluir que una dieta muy restrictiva, lo cual está muy normalizado en mujeres en ambos extremos del peso corporal, repercute de igual forma, así como grave y negativamente en la fertilidad.
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