Lejos de ser este un espacio para enumerar consejos nutricionales generalizados a todos los y las lectoras de esta sección de 7K, se trata de crear un lugar donde poder pensar sobre qué es la alimentación y la nutrición, por qué son importantes y qué aspectos, más allá de las calorías y los nutrientes, son relevantes en nuestra vida y nuestra salud. Así que, como dice una amiga, «aunque todos comamos, no todos conocemos los secretos de lo que significa comer».

Y, si empezamos por el principio, desde la primera infancia, el acto de comer es una de las actividades más importantes que realiza un bebé; no solo por su función nutricional para la supervivencia, sino también porque ocupa gran parte de su tiempo y porque es, además, la actividad a través de la cual el bebé empieza a relacionarse con el mundo exterior, y a entenderlo. Esto será clave no solo para su forma de alimentarse, para su relación con la comida, para su relación con el cuerpo, con sus padres… sino también para su salud emocional.

De este modo, entendemos que la alimentación no solo sirve para nutrir el cuerpo, ya que al mismo tiempo favorece el primer vínculo afectivo con los progenitores y es este el vínculo afectivo el que proporciona continuidad, cohesión y seguridad para las relaciones posteriores del bebé.

También es a través de la alimentación desde donde el bebé expresa su autonomía y personalidad, manifestándose y comunicándose con el mundo. Es la actividad a través de la cual el bebé comienza a demostrar independencia y su identidad propia.

Por último, la alimentación también resulta en una experiencia cultural y emocional porque, cuando escuchamos la frase de «es que lo ha mamado desde la cuna», lo que queremos decir es que el bebé no solo «mama» alimento, también adquiere un estilo de ubicarse en el mundo gracias a que, a través la alimentación, recibe la información necesaria para ir integrándose culturalmente.