Hablar de la muerte y el dolor de la manera más mexicana posible es con canciones festivas. Esa fue la perspectiva con la que la cantautora mexicana Lila Downs creó su nuevo disco “Balas y Chocolate”.

En México, a la muerte se le canta de forma alegre, porque para el difunto, morir representa pasar a otro mundo tal vez mejor. Pero el dolor se queda entre los vivos que lo recuerdan. El nuevo trabajo de Lila Downs es un disco alegre que celebra la muerte, un reflejo del carácter mexicano, de su lado melancólico capaz de hacer de la muerte una celebración.

Nacida en Oaxaca, Lila es hija de la cantante mixteca Anita Sánchez y Allen Downs, un profesor de arte escocés-americano y director de cine. Ella creció en ese estado mexicano, California y Minnesota, donde se graduó en la universidad en dos carreras: Antropología Social y Canto. Su visión musical es de naturaleza antropológica, tan variada como las culturas antiguas que siguen alimentando su inspiración. Por lo general, se hace acompañar en su viaje musical por su banda de hace mucho tiempo, La Misteriosa, multicultural y multiinstrumentista.

La temática de su música a menudo gira sobre la política y la justicia social, la inmigración y la transformación, todas las raíces de la condición humana. 

Durante más de una década, Lila Downs ha cruzado el planeta con su concepto innovador y único de la música tradicional mexicana y composiciones originales fusionándolas con el blues, el jazz, el soul, la raíz africana e incluso la música klezmer, siempre confirmando su maravillosa voz. Algunos podrían clasificar a Lila como artista mexicana, pero no hay forma real de encasillar su música, excepto para decir que es una fusión única y emocionante de sonidos internacionales. Un viaje musical con Lila Downs es siempre fascinante, a la vez nervioso y potente, pero suntuoso y elegante. 

La muerte entró en la vida de Lila cuando a su marido, el saxofonista Paul Cohen, le diagnosticaron cáncer. A los 16 años vivió la muerte de su padre y la parca volvía a entrar en su casa. Su hijo recién nacido fue el que le ayudó a seguir adelante. El disco es la expresión del llanto de Lila, cargado de canciones donde muestra que el dolor se tiene que convertir en un canto a la lucha y a la felicidad.

Es un disco que fusiona muchos estilos: polka, son, cumbia, vals, rancheras, bolero o blues. Su herencia cultural le permite sumergirse en diferentes estilos de gran riqueza musical.

El álbum contiene la canción “La patria madrina”, en la que ha colaborado el cantante Juanes y donde denuncia y canta el dolor que siente por la violencia y desolación que vive su país.

“Balas y Chocolate” es un disco que alude a la situación actual de México, que se debate entre las balas y la grandeza de su herencia representada en el cacao.

CD AIPAGARRIA

Christian Lee Hutson

“Yeah Okay, I know”

Trailer Fire, 2015

Folk-americana

Christian Lee Hutson se pasa medio año en la carretera ofreciendo conciertos a lo largo de Estados Unidos y cruzando de un estado a otro para tocar sus canciones inundadas de folk. “Yeah Okay, I know” es el resultado de las composiciones sacadas en las horas muertas de sus trayectos. Coches, moteles, pequeños camerinos de los clubs donde tocaba y pruebas de sonido que le sirvieron para elaborar un álbum que experimenta con el folk, las melodías mínimas y las cajas de ritmo. Los ambientes están logrados, el equilibro melódico está a la altura y sus canciones demuestran su capacidad compositiva. Gustará a los seguidores de Bright Eyes o Ron Sexsmith.