TERESA MOLERES
SORBURUA

Preparar el estanque

P ara los felices propietarios de un estanque, aunque sea del tamaño de un tonel y con o sin peces, ha llegado el tiempo de prepararlo para la nueva temporada. Contra la abundancia de algas, airear el agua. Contar con una bomba para hacer circular el agua es importante, como lo es también disponer de un difusor sumergido. Las burbujas de aire que produce son muy pequeñas, por lo que la oxigenación es mejor. Antes de poner en marcha la bomba, comprobar que no tenga depósitos calcáreos, limpiar los filtros y verificar las conexiones eléctricas totalmente estancas.

Además, las algas proliferan aprovechando los nutrientes del agua y los primeros calores, porque no tienen concurrencia con otras plantas y se multiplicarán sin control. Comenzar por eliminar los residuos y limitar los aportes de alimento, ya que es suficiente la cantidad que se absorbe en cinco minutos. Asimismo, hay que contar con las plantas flotantes necesarias, que no deben cubrir más de un tercio de la superficie del estanque para dejar que la luz penetre. Estas plantas absorben los elementos minerales del agua frenando la cantidad disponible para el desarrollo de las algas. Helechos de agua y ranúnculos acuáticos jugarán este papel.

En muchos estanques, para darles un aspecto más natural, se plantan vivaces como las espadañas, Thipha spp. Se caracterizan por tener en los extremos de sus largos tallos una espiga aterciopelada de tonos marrones que sobresale de las hojas bicolores, largas y ligeras. Son rústicas y pueden ser invasoras bajo el sol y el calor. Para limitar su proliferación, es necesario plantarlas con barreras anti-raíces como las utilizadas con los bambúes o en tiestos. Escoger tifas de talla pequeña, como T. angustipholia y T. minina, y nunca pasar de diez plantas por metro cuadrado.

En lo que respecta a los peces, cuando el agua se calienta, comienza la actividad de estos, que hay que alimentar pero sin exceso. En esta época puede aparecer la enfermedad virosis de primavera. Observaremos si los peces tienen heridas y el vientre inflamado. Si este es el caso, trataremos el agua con un producto contra la virosis. Para completar el tratamiento, aportarles una alimentación energética, que les ayudará a ser más resistentes.