MIKEL INSAUSTI
CINE

«El contenido del silencio»

La nueva película de Helena Taberna está basada en la novela homónima de Lucía Etxebarria, lo cual ya es de por sí noticia. La cineasta de Altsasu siempre se ha interesado por temas sociales de interés periodístico, ya se inspiren en hechos recientes o pasados, aunque ella no es de alimentar la polémica más de lo que el asunto a tratar traiga consigo, mostrándose políticamente correcta o conciliadora. Se le suele achacar que su estilo no es muy cinematográfico, más bien televisivo, y de ahí que el nombre de Lucía Etxebarria salga a la palestra en un momento especialmente crítico para la escritora. Después de su participación en un reality de televisión, con consecuencias contraproducentes para la promoción de sus libros, el personaje público ha podido sobre el de la autora literaria y está en boca de todos.

En dos décadas de carrera, Helena Taberna ha dirigido muchos cortometrajes, siendo “El contenido del silencio” su quinto largometraje. Debutó con la premiada “Yoyes” (2000), protagonizada por Ana Torrent, pero después ya no ha vuelto a interesarse por el conflicto armado en Euskal Herria y sus consecuencias políticas y humanas. A continuación realizó el documental “Extranjeras” (2003), sobre la vida de las inmigrantes en Madrid, dando voz a mujeres que suelen ser invisibles para la sociedad. Su segunda película de ficción fue “La buena nueva” (2008), sin duda la más personal, dado el carácter biografiado de la misma. Tomaba la figura real del sacerdote Marino Ayerra, familiar suyo, y que durante la Guerra del 36 sufrió en Altsasu las consecuencias del fascismo. Su interpretación del Evangelio es tomada de forma análoga a la Teología de la Liberación, conectándola con las reivindicaciones de la memoria histórica. Por último, llevó a la pantalla el caso judicial de Nagore Laffage en el documental “Nagore” (2010), haciéndose eco de la conmoción que causó en Iruñea por su relación con las agresiones machistas en los Sanfermines.

“El contenido del silencio” se ha rodado en Gipuzkoa, Nafarroa y Canarias. En una entrevista, Taberna aclaraba que no ha buscado las localizaciones isleñas por las exenciones fiscales, algo que últimamente se está dando en muchas producciones del mercado estatal, ya que su productora Lamia está dada de alta en Euskal Herria y recibe las ayudas correspondientes. El motivo del viaje, con todos los inconvenientes que tiene desplazar al equipo de confianza al completo, se debe a que la novela transcurre originalmente en Tenerife. Sin embargo, la cineasta ha preferido trasladarse a Gran Canaria, porque conocía mejor unos escenarios naturales que consideraba que iban a tener más fuerza en la pantalla grande, inclinándose por Agaete, Gáldar, San Bartolomé de Tirajana, Maspalomas, la capital y su aeropuerto.

El texto daba para un thriller policiaco sobre búsqueda de personas desaparecidas, pero Helena Taberna ha querido hacer cine de personajes, incorporando algunos nuevos a los que ya existían. La protagonista ausente, víctima de una secta fanática, es interpretada por la actriz de origen sueco Ingrid García-Jonsson, presente en el cartel de la cinta terrorífica “Sweet Home”. Su mejor amiga, y elemento clave para dar con su paradero, es encarnada por la colombiana Juana Acosta, cuya actuación en “Tiempo sin aire” está siendo muy elogiada. Pero quien lleva la investigación es un fiscal que resulta ser hermano de la desaparecida y al que da vida el actor catalán Daniel Grao. Al terceto literario se suma, como principal novedad cinematográfica, Goya Toledo en el papel de una agente local de la brigada contra las sectas. El reparto se completa con Jon Kortajarena, Xabier Elorriaga, Ana Gracia, Josean Bengoetxea, Maiken Beitia y Ciro Miró. El guión lo ha escrito Taberna con su habitual colaborador Andrés Martorell y con Natxo López.

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