Siempre es motivo de alegría encontrarse con la publicación de un nuevo disco de la banda norteamericana Dawes. Exquisitos, conocedores de cómo hacer grandes canciones y con un respeto hacia sus fuentes que invita, cada vez más, a adentrarse en su mundo. Canciones de folk-rock que enganchan desde la primera escucha. Un disco que va ganando en composición, sonido, trascendencia y ejecución. Dawes son una banda que en un mundo perfecto serían imprescindibles.

La sensibilidad tan especial que tienen a la hora de componer no va a sorprender a nadie que haya seguido la historia del grupo. Sus tres álbumes anteriores establecieron al grupo como herederos de la escena de Laurel Canyon en Los Ángeles entre la década de los 60 y 70. Un lugar mágico de inspiración para tantos artistas como Joni Mitchell o CSNY.

Hoy en día, Dawes se une a otra generación de artistas de la zona como Rilo Kiley, Jonathan Rice o Mike Bloom. Para el cuarto trabajo del grupo, “All Your Favourites Bands”, han juntado las canciones más concisas y pegadizas que han hecho hasta la fecha. Aquí se cumple la máxima de menos es más y la simplicidad se convierte en virtud, publicando un disco sencillo pero cargado de grandes canciones y mejores melodías.

Liderados por Taylor Goldsmith, las cadencias de Goldsmith pueden recordar a Jackson Browne, pero él canta en un registro más alto. El productor David Rawling capturó su voz de una manera tan viva que suena como si estuviera cantándote al oído.

Las canciones se registraron con la banda tocando todos juntos en directo. Eso explica por ejemplo las dinámicas tan vivas y cargadas de energía que encontramos en ‘I Can’t Think About It Now’. Sus melodías nos llevan al folk-rock que los Eagles encontraron en ‘I Can’t Tell You Why’. Una influencia que recorre en espíritu todo el disco. El poder de las palabras de Goldsmith eleva las canciones a un grado superior donde se deja intuir la capacidad que tienen de convertirse en clásicos.

Dawes nos cuenta a través de sus canciones que son una banda de amigos de verdad. Sus discos son especiales porque no solo reflejan las habilidades musicales de cada uno de ellos, su talento va unido a su contagioso amor por la música. Como si fueran una pandilla de amigos, sus composiciones son una declaración de intenciones hacia la unidad, el amor por la gente que quieres de verdad, las buenas canciones y por los tiempos pasados y por los mejores momentos que están por venir. Al escuchar el disco y cuando Goldsmith anima a brindar y dice «que todas tus bandas favoritas permanezcan juntas» sabemos que la cosa va en serio.

CD AIPAGARRIA

Sharon Van Etten

“I Don’t Want To Let You Down EP” • Jagjaguwar, 2015 •&flexSpace;pop-folk-rock

Cinco canciones. Veintidós minutos de disco, una liberación esencial de una mujer que lidera a esa generación de adolescentes que se engancharon al emo-pop en el año 2000 y con los que Van Etten empatiza claramente. Su nombre no deja de estar en boca de todos los aficionados al buen rock. La neoyorquina sigue dando pasos de gigante. Parte de su encanto está en que canta a corazón abierto. Escribe con la sinceridad más profunda, carente de miedo y sin llegar a ser nunca melodramática. Sus palabras emocionales vienen de una madurez y una voz que entiende y acepta la pérdida. Está en su momento más dulce como compositora y hay muy pocos que puedan desafiarla en lo que hace.