MIKEL INSAUSTI
CINE

«Southpaw»

Nadie duda de que el actor Jake Gyllenhaal es uno de los máximos favoritos para los Óscar, premio al que ya se hizo merecedor el pasado año por su extraordinario papel de reportero sanguinolento en “Nightcrawler”. Pero es que este 2015 cuenta con cuatro grandes estrenos, de los que cualquiera le puede valer la nominación o nominaciones, si es que finalmente hay más de una, que también podría ser. La semana pasada ya comentábamos su destacada participación en “Everest” del islandés Baltasar Kormákur, título a los que hay que añadir “Demolition” del quebequés Jean-Marc Vallée; “Accidental Love”, de David O. Russell y “Southpaw”, del afroamericano Atoine Fuqua. Con esta película de boxeo tiene muchas opciones, puesto que está distribuida por los hermanos Weinstein, que siempre cuelan a sus patrocinados dentro del grupo selecto de quienes reciben la estatuilla dorada.

Aunque todavía es muy pronto para hacer quinielas, “Southpaw” es un melodrama boxístico fiel a la tradición del género en Hollywood y suele gustar al público entrado en años. En su primera semana en la cartelera estadounidense, logró recaudar en taquilla una cifra superior a los ajustados 30 millones de dólares que ha costado. Por su temática familiar conecta con el clásico de King Vidor “The Champ” (1931), que protagonizaron el gran Wallace Beery, en el papel del boxeador, y Jackie Cooper, como su hijo. Si bien es más conocido el remake “Campeón” (1979), que dirigió Franco Zeffirelli, con John Voight y Ricky Schroeder como pareja paternofilial. Claro que no acaban ahí las referencias genéricas, y también hay guiños a “Rocky”, (1976) de John G. Avildsen, y a “Toro Salvaje” (1980), de Martin Scorsese.

Jake Gyllenhaal tiene menos peso que todos los actores mencionados, por lo que se situaría en una categoría inferior, lo que no ha sido impedimento para que se haya crecido sobre el ring, peleando como si le fuera la vida en ello. A la entrega física del actor, transformado mediante una labor de maquillaje impresionante, se le une la agresividad con que Antoine Fuqua ha rodado las escenas de los asaltos, sin ahorrarse los detalles más sangrientos. La violencia desplegada sobre el cuadrilátero contrasta así con la imagen paternal que quiere alcanzar el protagonista de esta historia, una vez alejado de los combates.

Cuando en la pasado edición, Fuqua inauguró el Festival Internacional de Cine de Donostia con “The Equalizer” (2014) se habló de su encasillamiento dentro del cine de acción, pero no es así porque el artífice de “Training Day” (2001) se mueve igual con soltura en cualquier época o ambientación, ya sea en el África hambrienta de “Lágrimas del sol” (2003) o en la Edad Media de “El rey Arturo” (2004). Actualmente está trabajando en un western, nada menos que el remake de “Los siete magníficos” (1960) de John Sturges, que a su vez era una versión de “Los siete samurais” (1954), de Akira Kurosawa. Este proyecto une de nuevo al cineasta afroamericano con su actor predilecto Denzel Washington.

En “Southpaw” cuenta, además de con el estelar Gyllenhaal, con Forest Whitaker en el papel del entrenador que recupera al boxeador derrotado, y a Rachel McAdams como la esposa cuya muerte accidental sume al protagonista en una depresión. Todo ello provocado por su obsesión en vencer a su máximo rival, a quien da vida Miguel Gómez. Y la hijita por la cual trata de redimirse nuestro boxeador es la pequeña Oona Lawrence. También está en el reparto 50 Cent, quien canta un rap en la banda sonora, al igual que Eminem, encargado del tema central de la banda sonora, titulado “Phenomenal”. Según él, todo el guion de Kurt Sutter se inspira en su biografía, aunque no de una forma realista como en “8 millas” (2002) de Curtis Hanson, sin más bien metafórica. Considera que, al ser un rapero blanco, es como un zurdo que ha de boxear a la contra.

Honi buruzko guztia: CINE