El nuevo álbum de Jason Isbell, “Something More Than Free”, es un disco de enorme intensidad de comienzo a fin. Es como si estuviera caminando con brío, avisándote de que no le pierdas el paso y estés atento, porque su relato merecerá la pena. A veces tienes que acelerar el paso, pero nunca te dejará atrás. Es un disco cargado de historias que muestran entusiasmo y esperanza, dos elementos poco frecuentes en sus trabajos anteriores. “If It Takes a Lifetime” abre el disco diciendo que la vida no es fácil, pero que no es razón desanimarse: «Acuérdate de lo bueno, olvida lo malo y sigue intentándolo hasta que llegue un día donde finalmente encontrarás un par de zapatos que se ajusten a tus pies de forma correcta». El sentimiento que plasma Isbell en esta canción establece el tono general del disco, alejándose de la oscuridad que tenía su anterior trabajo “Southeastern”.

Isbell siempre ha sido un artista hábil a la hora de trabajar la narración descriptiva. Sin embargo, ahora observamos como profundiza en sus historias, cargadas de una narrativa rica y profunda. La instrumentación, siempre excelente, encuentra una manera de apoyarse sin oponerse en el camino de las historias. El mejor ejemplo es la canción “Children Of Children”, con tintes que nos recuerdan a Neil Young y que llega a su fin con una sección de cuerdas que van creciendo, proyectando la imagen de una joven madre de pie cerca de un campo de maíz. Las hojas verdes y oscuras de los tallos y la figura de su madre crecen en la canción, donde hace una brillante regresión a su infancia y le agradece eternamente el haberle traído al mundo. Una maravillosa narración sureña.

Al igual que en su anterior trabajo, Isbell invierte un montón de tiempo excavando en las subidas y bajadas emocionales, en la complejidad de las relaciones humanas. En como a menudo el amor queda estancado (“Flagship) o cuando las relaciones se convierten en rutinarias, en “The Life You Chose”. En “24 Frames” nos habla acerca de lo corta que es la vida y como todo lo que conocemos podría desaparecer en un instante.

Isbell es un hombre sureño, nacido en Alabama. En el 2001, con 22 años, se unió a Drive By Truckers para girar presentando el “Southern Rock Opera”. Patterson Hood le conoció a través de una amigo en común en los estudios Muscle Soals y le invitó a unirse al grupo. Lo que vino después es historia, junto a Isbell el grupo publicó “Decoration Day” (2004), “The Dirty South” (2006) y “Blessing and a Course”, tres discos clave en la carrera del grupo. Tras dejar atrás esa etapa, ahora ha encontrado una manera de seguir adelante, de abrirse camino por sí solo manteniendo un estilo tan distintivo. El mejor ejemplo es su nuevo disco, una obra maestra.

CD AIPAGARRIA

Waxahatchee

“Ivy Tripp” • Merge, 2015 •&flexSpace;Rock

Nacida en la cultura del do it yourself, la propuesta de pop introspectivo de Waxahatchee destaca por su honestidad, por su valentía. Este es un disco con un sonido emocionante, que nos enseña el recorrido que puede tener la carrera de Katie Crutchfield. Un tercer trabajo que muestra a una compositora diferente, explorando sonidos de baja intensidad en el pop. Un tema recurrente aquí es la capacidad que tiene una persona de tener el control de situaciones que parecen abrumadoras; situaciones inestables o momentos de profunda confusión o tristeza que sirven para llevar las emociones al límite y aprender, haciéndote crecer a partir de ese momento. Una narrativa que instala a esta compositora de Alabama entre una de las más queridas de la nueva escena neoyorkina.