Conny Beyreuther
IRUDITAN

Realidad y fotoperiodismo en Perpinyà

El festival Visa pour l’image (que comienza el próximo sábado día 29) fue noticia a principios de año al rechazar la expo de World Press Photo 2015 por contener algunas fotografías “preparadas” que luego fueron descalificadas por el propio jurado.

En su edición número 28, el festival se presenta a sí mismo como «protector del modo tradicional» y promueve lo que califica de «estrecha visión del fotoperiodismo». Nada de recrear escenas de guerra como bodegón en un estudio de fotografía. Perpinyà no acepta el cínico argumento de que las fotos de hambrunas y conflictos al final se van pareciendo. ¡Viva el fotoperiodismo! ¡Bienvenidos al mundo real!

En esta edición del Visa pour l'image se presentan trabajos como el de Lynsey Addario sobre refugiados sirios en Oriente Medio o las impresionantes fotos de la epidemia del ébola de Daniel Berehulak. Están presentes, además, Marcus Bleasdale (con fotografías de la República Centroafricana), el solvente Bulent Kilic (de Kiev a Kobane) y Nancy Borowick, con un trabajo más intimista sobre la lucha de sus padres contra el cáncer. Pero, por supuesto, hay mucho más.

La imagen que traemos al iruditan, realizada por Andrés Kudacki, retrata a Carmen Martínez Ayuso, de 85 años, que fue desahuciada en el barrio madrileño de Vallecas por avalar un préstamo de su hijo Luis, que tenía los poderes de la vivienda tras fallecer el padre.

El prestamista rechazó la negociación de un alquiler y a las seis de la mañana llegaron ocho furgonetas de antidisturbios; aquel viernes, 21 de noviembre de 2014, Carmen se vio obligada a dejar el piso que fue su hogar durante cinco décadas y abandonar todos aquellos recuerdos…

En la foto, apoyada en su bastón y con la otra mano en el marco de la puerta, aparece, como no podía ser de otro modo, desolada. Carmen Martínez Ayuso, mujer trabajadora (vestida con bata y delantal), 85 años. Ni los rezos de sus amigas, ni la lucha de los activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca pudieron impedir el desalojo.

Andrés Kudacki nació en Argentina, de niño presenció escondido la detención de sus abuelos por la dictadura. Ahora vive en Madrid y lleva más de dos años documentando desahucios en y alrededor de la ciudad (la estadística es terrible: un desahucio cada quince minutos en el Estado español). Este trabajo le ha procurado premios y reconocimiento a Kudacki, pero también golpes, lentes rotas y una posible condena por negarse a desalojar una casa. Todo esto ocurre antes de entrar en vigor la «ley mordaza». Para él, es «una forma de hablar de la crisis en Europa, pues los desahucios están relacionados con el desempleo, la burbuja inmobiliaria, las protestas sociales».

Este periodista ve y documenta, con mucho respeto y sin aditivos, para dar testimonio, para que la gente sepa y responda. En este caso lo consiguió. Las fotos de Carmen movilizaron a la sociedad, que recaudó dinero y logró que le dieran otra vivienda en alquiler social.