Los hermanos Coen vuelven a la comedia pura con “Hail, Caesar!”, cuyo estreno está previsto para el mes de febrero, para así coincidir con la fecha de la entrega de los Óscar. Las nominaciones están más que aseguradas para una película que cuenta con un reparto multiestelar a la usanza de las viejas producciones de los grandes estudios de la época dorada de Hollywood, que es precisamente la que han querido parodiar. Para los actores y actrices de hoy en día resulta muy divertido hacer la caricatura de ídolos clásicos de la gran pantalla que el público cinéfilo no va a tener problema en reconocer. Los nombres que utilizan son ficticios, con lo que el juego de las comparaciones está servido. En cambio, los personajes que pertenecen a la trastienda de aquella industria cinematográfica, como periodistas o ejecutivos de los estudios, sí conservan los nombres reales.

Sorprende que los hermanos Coen no hayan practicado más el cine dentro del cine, habiendo sido su cuarto largometraje, “Barton Fink” (1991), el que les encumbró en el Festival de Cannes. Veinticinco años después, vuelven a revisitar el Hollywood de los años 50, pero esta vez en un tono abiertamente más cómico y aunque es cierto que en todas sus realizaciones hay humor, cuando hacen comedia en estado puro, no les gusta dejar dudas al respecto, por eso “Hail, Caesar!” se está anunciando como un divertimento total, algo que no ocurría en su filmografía reciente desde “Quemar después de leer” (2008). También es la tercera colaboración de Joel y Ethan con el actor George Clooney, por lo que se había llegado a comentar que su nuevo trabajo forma una trilogía con “O Brother!” (2000) y “Crueldad intolerable” (2003). No dudo de que habrá nuevas oportunidades para que se sigan reuniendo y está claro que siempre con un Clooney autoparódico.

George Clooney es mucho más que el protagonista de “Hail, Caesar!”, ya que se encarga de dar el tono caricaturesco de la función al resto de sus compañeros de reparto. Claro que él lo tiene más fácil, junto con la también estelar Scarlett Johansson, porque ambos poseen facciones perfectamente trasladables al Hollywood clásico. Clooney tiene el lado burlón de Clark Gable, aunque aquí hasta se permite imitar al Marlon Brando de “Julio César” (1953). Y del mismo modo, Johansson rompe con la identificación habitual con Marilyn Monroe para aparecer reconvertida en una Esther Williams que protagoniza musicales con ballets acuáticos.

Pero si había un género que capitalizaba la atención del gran público en los 50, ese era el peplum. De ahí el título de “¡Ave, César!”, pues resulta que el protagonista es secuestrado cuando está rodando una película de romanos y vestido de tal guisa tendrá que enfrentarse a sus secuestradores. La ficticia trama implica, sin embargo, a personalidades históricas y así, mantienen un tenso duelo el ejecutivo de la Metro Eddie Mannix y la cronista social Hedda Hopper. El emparejamiento entre Josh Brolin y Tilda Swinton, en los respectivos papeles, hace que salten chispas. Hopper era la columnista que lanzaba todos los rumores y cotilleos que Mannix intentaba ocultar, debido a que su trabajo dentro del estudio consistía justo en tapar cualquier posible escándalo provocado por alguna de las estrellas con contrato vigente.

Además de George Clooney, Scarlett Johansson, Josh Brolin y Tilda Swinton, figuran en el rutilante cartel Ralph Fiennes, Frances MacDormand, Jonah Hill, Channing Tatum, Alden Ehrenreich, Clancy Brown, Christopher Lambert y Dolph Lundgren. Como de costumbre, los Coen confían una vez más en su equipo técnico, encabezado por Roger Deakins como director de fotografía y Carter Burwell como compositor de la banda sonora, para recrear el glamour de las viejas superproducciones.