D isfrutar de unas cortas vacaciones cada vez está más extendido, bien por el ritmo de trabajo o por los hijos en edad escolar, a cuyos periodos de descanso hay que adaptarse. Para hacer nuestra elección de destino, recurrimos a lo fácil y rápido, como es la compra online, pero en internet no es oro todo lo que reluce.

Las nuevas normas aprobadas por el Parlamento europeo han tenido en cuenta la desprotección existente para el usuario. Así, han previsto que los viajes combinados, formados por varias partes –vuelo, hotel, etc– y comprados en internet por un precio único o a través de páginas enlazadas, contarán con la misma protección que los paquetes contratados en agencias de viajes. Los usuarios tendrán más opciones para cancelar el contrato y deberán contar por anticipado con información clara sobre quién es el responsable en caso de problemas.

Así, la normativa sobre paquetes de vacaciones se aplicará a dos tipos de contratos: los combinados ofrecidos por los operadores o diseñados por el viajero, y al nuevo método de reserva denominado viajes enlazados, en el que el comprador es guiado a través de un enlace, por ejemplo, tras reservar un billete de avión, para contratar un nuevo servicio (coches, actividades, etcétera).

Estas ofertas enlazadas, en las que el nombre del cliente, sus detalles de pago y la dirección de correo electrónico son transferidas de un proveedor a otro y se concluye un segundo contrato menos de 24 horas después de la adquisición del primer servicio, serán consideradas un viaje combinado a efectos de la legislación.

Antes de que el viajero adquiera ninguna responsabilidad contractual, el vendedor debe dejar claro que está contratando un paquete e informar al usuario de sus derechos y de cuál es la entidad responsable en caso de que algo vaya mal. Los consumidores podrán cancelar su viaje combinado y recuperar su dinero si el precio total se encarece más del 8% (la Comisión propuso el 10%) o por circunstancias excepcionales e inevitables en el lugar de destino.