TERESA MOLERES
SORBURUA

Ayudar a los pájaros

L a temperatura corporal media de un pájaro es de 40 grados centígrados. En invierno, cuando el termómetro baja, los pájaros pierden calor rápidamente, por lo que deben comer de inmediato y en grandes cantidades para mantener ese calor y sobrevivir. Por ejemplo, en una noche de invierno, un carbonero pierde hasta el 10% de su peso.

Ahora, en los fríos días invernales, a los pájaros les resulta difícil encontrar comida. Las bayas y frutos se han acabado y lombrices e insectos son difíciles de ver y encontrar. Para ayudarles a sobrevivir, les podemos aportar alimento o, mejor dicho, un complemento nutritivo a la comida que ellos encuentran con su propio esfuerzo.

Esta ayuda consiste en colocar comederos colgantes, recubiertos de una red metálica o plástico, y llenas de cacahuetes sin sal. Los pájaros, más ágiles colgados de la red, pueden comer mientras se balancean. Otro comedero es el clásico, una especie de casita de acceso fácil para cualquier pájaro. Para evitar que se propaguen enfermedades, hay que limpiarlo con frecuencia. También en el alfeizar de una ventana se pueden colocar cuencos con agua y granos, semillas de girasol, bolas de grasa cubiertas de alpiste o trozos de fruta, siempre que estén alejados de los saltos de un gato.

Lo que no se debe hacer es desmenuzar frutos en trozos muy pequeños, ya que pueden ahogarse al tragarlos, así que mejor enteros para que ellos los picoteen. El pan, lo mismo, en trozos y nunca en migas. Y sobre todo, saber que hay alimentos, como granos de ricino y de lino, además de la leche, que son tóxicos para los pájaros.

Estos comederos son la felicidad de los niños. Aprenden a poner y cambiar la comida, a limpiar los cuencos, además de disfrutar embelesados con sus movimientos. Sin olvidar que en primavera nos ayudarán a limpiar flores y verduras de insectos nocivos.

Otra idea es cultivar en tierra o en tiestos arbustos de bayas y frutas, que aportan alimento y vitamina C durante todas las estaciones. De julio a diciembre, el espino se cubre de bayas escarlatas; de agosto a febrero maduran las manzanitas rojas de manzano ornamental y de noviembre a marzo, la hidra dará frutos negro azulados. La lista se completa con acebo, serbal, madroños y piracantas, además de semillas de cardo y hierbas ornamentales.