BERTA GARCIA
CONSUMO

Fármacos

S e cuenta que los dioses de la antigüedad, entre las exquisiteces que encontraron en la Tierra, se hallaban la miel y la jalea real. Vamos, que tenían buen paladar y los humanos, al parecer, no éramos tan tontos como nos pintaban, ya que por entonces ya sabíamos de sus innumerables propiedades curativas y rejuvenecedoras. Con esta cita, podría parecer que hoy toca hablar de mitos griegos, pero la cuestión va más allá de lo aparente.

Sin ninguna duda, estamos en la era de la farmacopea, ya que, para cualquier pequeña dolencia, echamos mano de un medicamento como si fuera agua de Lourdes. Este tic nervioso nos hace aplicar medicinas también a los animales, a los que se ceba de antibióticos desde que nacen. Así que entre nuestros tratamientos y lo que comemos totalmente medicalizado, las dosis de «botika» que ingerimos son alarmantes.

Aunque tarde, la Agencia Estatal de Medicamentos (AEMPS) ha vuelto a la carga contra los fármacos para mitigar la tos que contengan principios activos como ambroxol y bromhexina. Es decir, un listado de tres folios de jarabes y pastillas muy reconocibles como Bisolvon, Mucosan, Clamoxil mucolítico, Lizipadol... ante el posible riesgo de alergias y reacciones cutáneas graves. Se puede consultar la relación de medicamentos afectados por la decisión de ejecución de la Comisión C (2016) 226 final, de fecha 14 de enero de 2016.

En 2015 ya restringió el uso de la codeína, por sus posibles efectos adversos, en menores de 12 años, mujeres durante la lactancia y en pacientes que se habría comprobado que metabolizaban de manera ultrarrápida la codeína en morfina. (Consultar la página web oficial www.aemps.gob.es).

Vivimos en la creencia de que solo las medicinas curan, que en parte es cierto, pero tenemos a nuestro alcance esa maravilla de la naturaleza que llamamos miel. Y es que las abejas, además de listas, son trabajadoras y de lo poco sacan mucho. ¡Así es como los dioses descubrieron el elixir y que toda su obra les superaba!