XANDRA ROMERO
SALUD

Avances en nutrición: la grasa corporal

Si hay un objetivo que tienen algunas personas, además de bajar peso, es, sin duda, reducir grasa de zonas concretas. Para ello, existen miles de ideas delirantes, vasos de agua con limón en ayunas, té verde, el ajo, el pomelo, el jengibre, el chile... Lo cierto es que no hay alimentos que nos hagan adelgazar zonas concretas del cuerpo, como tampoco podemos afirmar fehacientemente que haya otros que nos hagan engordar en determinadas zonas. Pero sí es verdad que, en la mayoría de las personas, existen unas zonas de nuestro cuerpo ciertamente resistentes. Estas son la cintura en los hombres y las caderas en las mujeres, por norma general.

La existencia de dichas áreas se debe a varios factores, entre los que están los genéticos y la distribución corporal de algunas enzimas. Además, estas zonas son las primeras en aumentar de tamaño con las células adiposas (grasa) cuando engordamos y las últimas en convertirse en músculo magro cuando adelgazamos. Incluso en aquellas personas que pierden mucho peso y grasa corporal, estas zonas suelen resistirse.

Como ya hemos comentado anteriormente, a pesar de los factores genéticos, el hecho de haber pasado por numerosos episodios de engordar-adelgazar también afecta. La explicación a esto último nos la da el estudio “Effects of weight gain and weight loss on regional fat distribution”, en el que se concluye que cuando se sube de peso, nuestro cuerpo crea nuevas células grasas para «ayudar captando grasa» a las que ya están repletas. Si las subidas de peso son repetitivas, cada vez que volvemos a engordar, se crean nuevas células grasas que se van acumulando especialmente en esas zonas. Además, esto sucede con mucha facilidad, no así su eliminación, ya que puede que reduzcan su tamaño con dieta adecuada y ejercicio, pero nuestro cuerpo no las hace desaparecer y tiende a conservarlas por si acaso.

¿Pero los alimentos tienen algún efecto en todo esto? En general, no se dispone de datos que lo corroboren al 100%. No obstante, sí se ha visto relación entre el elevado consumo de carne y procesados cárnicos, y el aumento de peso y el perímetro abdominal (cintura).

Además, el estudio “Two weeks of overfeeding with candy, but not peanuts, increases insulin levels and body weight” midió y comparó el peso y varios factores de riesgo cardiovascular antes y después de una dieta hipercalórica a partir de caramelos y cacahuetes tostados durante dos semanas en personas sanas. El resultado fue que el consumo de cacahuetes no causa los mismos efectos metabólicos negativos que los caramelos. Además, el peso y la circunferencia de la cintura aumentaron significativamente solo en el grupo de dulces.

Asimismo, otro estudio evaluó el posible efecto del consumo de azúcar en los depósitos de grasa ectópica. Los datos sugieren que el consumo excesivo de azúcar añadido dentro de una dieta hipercalórica puede aumentar los depósitos de grasa ectópica, sobre todo en el hígado y en el músculo.

Por tanto, parece que sí que hay algunos «alimentos» (carne procesada y azúcar en exceso no sé si pueden llamarse así) que guardan una estrecha relación con una mayor acumulación de grasa corporal y probablemente con una distribución concreta de esta.

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