IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Territorio

La noción de territorio invade nuestras formas de convivencia. La delimitación de la frontera conlleva una división, una diferenciación de espacios que se ven condicionados por las líneas que los separan. Cientos de estímulos visuales delimitan nuestro transitar, condicionan direcciones, zonas de acceso y espacios de movimiento. En una escala mucho mayor, en la llamada «crisis de los refugiados», que está poniendo en evidencia las capacidades solidarias y humanitarias de los países europeos, los territorios se proyectan como diferencias entre la vida y la muerte, la esperanza o la resignación. Es entonces cuando las líneas marcadas sobre la tierra supuran incomprensión y estupidez humana. En estas líneas presentamos dos proyectos expositivos en los que el espacio geográfico asume una importante relevancia simbólica. Por un lado, en la exposición titulada “Mugak” y, por otro, el proyecto expositivo del Puente de Deusto, un pequeño espacio para la creación contemporánea que se ubica precisamente en una estructura cuya misión es la unión entre dos espacios separados por agua. Ambas propuestas adquieren entonces una lectura poética que los vincula entre sí e incide en la noción de territorio como un espacio sobre el que el arte contemporáneo es capaz de plantear nuevas (o renovadas) preguntas.

La muestra, que Amaia Molinet (Lodosa 1988) presenta en BilbaoArte hasta el 24 de junio, hace un recorrido por tres proyectos realizados entre 2012 y 2016 en los que la artista planea sobre la noción de frontera y las posibles acepciones que desde lo cultural, lo físico o lo político puede suscitar. En “Mugak” encontramos elementos tan directos y matéricos como alguna de las imágenes que componen “La conquista”, así como “Quercus Robur”, una acción documentada en la que Molinet trasplanta tres robles para intervenir el paisaje en un pequeño gesto cargado de potencia política.

La interesante propuesta que acoge el Puente de Deusto hasta el 26 de junio, se presenta a su vez como una doble oportunidad. Por un lado, la opción de conocer el proyecto que propone la caseta del mítico puente como un espacio expositivo inserto en medio de la lógica del tránsito urbano. En este quinto año de andadura, la gestión que realiza el también artista MawatreS puede presumir de haber contado con piezas y artistas de gran calado en el panorama actual. Por otro, conocer de cerca la propuesta que en esta ocasión corresponde a Paula Rubio Infante (Madrid, 1977) y que lleva por título “Spartakusbund”. Una serie fotográfica que muestra el aspecto de las flores que crecen en las tumbas de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht en Berlín, ambos detenidos, torturados y asesinados en 1919 por los Freirkorps, fuerzas paramilitares de ultraderecha que asumieron un importante papel en el aplastamiento de la revolución espartaquista.