MIKEL INSAUSTI
CINE

«El guardián invisible»

Hay que empezar diciendo que los derechos para llevar al cine la exitosa “Trilogía del Baztan” fueron adquiridos por el productor sueco Peter Nedermann, con experiencia en estas lides por ser el responsable de las películas basadas en la saga “Millennium” de Stieg Larsson, así que algo ha tenido que ver en las novelas de Dolores Redondo para llegar a ese compromiso de cara al lanzamiento internacional. Como quiera que tenía que rodarla en castellano, por ser el idioma en que han sido escritas originalmente, a pesar de su inmediata traducción a otros idiomas, incluido el euskara, se asoció con Atresmedia. En la división fílmica del canal televisivo Antena 3 tiene un gran peso específico Mikel Lejarza, y de ahí que la presencia vasca sea tan nutrida dentro del equipo técnico y artístico. El duro rodaje en exteriores, en las localizaciones naturales de Baztan, con la climatología adversa que la fidelidad ambiental al texto requería, ha durado cuatro semanas. Y, tras terminar con los interiores en Madrid, la película se encuentra ya en fase de postproducción, aunque el estreno se hará esperar hasta la primavera del próximo año, corriendo la distribución a cargo de DeAPlaneta.

De la realización se encarga Fernando González Molina, nacido en Iruñea y formado en televisión, motivo por el que en su paso al cine ha sido un peón al servicio de los intereses de los grandes del medio en el mercado cinematográfico interior, con una filmografía netamente comercial compuesta por “Fuga de cerebros” (2009), “3 metros sobre el cielo” (2010), “Tengo ganas de ti” (2012) y “Palmeras en la nieve” (2015). Está claro que “El guardián invisible” supone el mayor reto profesional de su carrera, y la oportunidad de demostrar que puede hacer cine de género con un mayor nivel de exigencia temática y narrativa. Consciente de ello, ha manifestado que es un entusiasta del thriller policial más oscuro, y que sus maestros son David Fincher y Roman Polanski.

En el intento ha contado con la colaboración de un par de donostiarras que han viajado por el mundo aprendiendo sus respectivos oficios, como el cineasta Luiso Berdejo, quien debutó en Hollywood con “La otra hija” (2009), dirigiendo a Kevin Costner, y que aquí se ocupa del guion adaptado. Y, sobre todo, ha tenido como director de fotografía a Flavio Martínez Laviano, de larguísima trayectoria iniciada junto a La Cuadrilla y Álex de la Iglesia, y tras su paso por Hollywood, regresa habiendo crecido mucho en el dominio de la luz y las sombras de este tipo de géneros que tanta tensión provocan en la audiencia.

Y la donostiarra que se lleva el protagonismo delante de la cámara es Marta Etura, sobre quien recae la máxima responsabilidad al encarnar a la inspectora Amaia Salazar. Dicen que ha sido elegida para el papel por su mezcla de aparente fragilidad y fuerza interna, algo que por ejemplo tuvo igualmente Jodie Foster cuando hizo de Clarice Starling en “El silencio de los corderos” (1991), basándose en el personaje creado por el novelista Thomas Harris. No es ninguna tontería, ya que Dolores Redondo retrata a su protagonista como una mujer formada en la escuela del FBI en Quantico (Virginia). El trío de las hermanas Salazar lo completan Elvira Mínguez, como Flora y Patricia López, como Rosaura. En cuanto a los colegas de la policía foral, están Carlos Librado Nene y Francesc Orella. En roles secundarios figuran Itziar Aizpuru y Mikel Losada, aunque la verdadera aportación local es la de las presencias mágicas, con el mito de Basajaun en primer término.

En buena lógica, “El guardián invisible” está llamada a ser una película importante, tanto en cuanto trata el policiaco desde una sensibilidad femenina –conecta además con la importancia histórica del matriarcado en Euskal Herria–, con todo lo que nuestra cultura puede aportar al diálogo entre el relato criminal contemporáneo y la fantasía milenaria.

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