XANDRA ROMERO
SALUD

Los 4 errores a la hora de ponerse «a dieta»

Dadas las fechas en las que estamos, o bien hay quien sigue intentando cuidarse o hay quien ha desistido, pero que probablemente en setiembre, con el reinicio del curso, pretenda volver a intentarlo. Si estas situaciones te son familiares, quizás antes te interese saber cuáles son los errores más típicos que se suelen cometer cuando uno intenta ponerse «a dieta».

El error número uno es reducir la cantidad de comida. Me refiero a reducir la cantidad drásticamente y pasar hambre. Esto solo empeorará las cosas ya que, si no conseguimos un nivel óptimo de saciedad, estaremos pensando y buscando continuamente comida y, es más, si tenemos hambre y alrededor aparecen opciones poco saludables –algo muy habitual–, casi seguro nos será imposible elegir bien.

El segundo error, pero no menos típico, es el de desterrar los hidratos de carbono de la dieta. Esto no se debe hacer, ya que en estas circunstancias, para compensar la falta de este nutriente en la dieta, el organismo utiliza sus propias y escasas reservas de carbohidratos ubicadas en el hígado y en el tejido muscular. Esto implica, al mismo tiempo, la movilización de una cantidad también importante de agua, lo que se traduce en que, en especial al principio, las pérdidas de peso son en gran medida debidas al agua. De esta forma, las pérdidas de peso son rápidas pero, tras unos pocos meses, tiendes a disminuir e incluso se revierten.

Por el contrario, existe otro grupo de personas que con ese afán de cuidarse empiezan a hacer cambios en su alimentación de base. En principio, esta es la idea y esto es lo que hay que hacer, sin embargo si no se tiene la información adecuada, se cometen errores como los siguientes:

En un intento de aumentar el consumo de verduras, muchos empiezan a incluir ensaladas en la dieta. El problema es cuando esas ensaladas tienen más calorías que una hamburguesa doble con queso, como la ensalada César tipo comercial u otras similares que cuentan con 730 calorías, 53 gramos de grasa y 1.400 miligramos de sal de media.

Otro error común cuando se trata de ensaladas es preparar la famosa ensalada de pasta. No es que sea una mala opción, sino que en la mayoría de casas y restaurantes en la ensalada de pasta la porción de verduras es casi inapreciable, por lo que al final lo que comemos es un plato de pasta fría con atún o jamón y a veces mayonesa, cuando debería ser un plato de verduras y hortalizas con un poco de pasta y aliño de aceite de oliva virgen extra.

El cuarto error más habitual es cambiar la ingesta de vino, cerveza y refrescos por tónica, bitterkas o similar.

Normalmente se tiende a pensar que es mejor opción tomarse una tónica, que es una bebida amarga totalmente opuesta a una dulce por lo que se asume sin azúcares y baja en calorías. Sin embargo, lo que lleva realmente una tónica es, en este orden: agua, azúcar, jarabe de glucosa y fructosa. O lo que es lo mismo 8,4 g de azúcares añadidos cada 100 ml.

El bitterkas de toda la vida aporta agua carbonatada, jarabe de glucosa y fructosa… Es decir, 8,1 g de azúcares añadidos cada 100 ml.

De modo que piénsalo bien antes de hacer cualquiera de estos cambios y si no sabes como cuidarte de verdad, consulta a un profesional.

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