TERESA MOLERES
SORBURUA

Las metamorfosis de Ovidio

A polo, en la mitología griega, era el dios de la luz, de la claridad, de la poesía, de las musas y de la vegetación. Y también era un violador. Así lo describe Ovidio (43 a. C. – 17 d. C.), el poeta romano en su “Metamorfosis”. Daphne, una bella ninfa del bosque, paseaba, cantaba y se bañaba en los ríos sagrados, tal y como correspondía a su naturaleza de dríade. Pero un día, en uno de sus paseos, Apolo la vio y le mostró sus deseos inflamado de pasión por una maldición. Daphne, que no tenía ningún interés por él, le dijo que no y echó a correr. Apolo la persiguió tratando de atraparla y cuando lo logró, Daphne pidió ayuda a su padre. Su progenitor, un dios menor, la salvó convirtiéndola en laurel, árbol que en griego se dice daphne.

Junto al río, Apolo abrazó a su víctima, mientras la piel de Daphne se transformaba en corteza, sus cabellos en fronda, sus brazos y piernas en ramas y sus pies en raíces. Apolo, más frustrado que arrepentido, sentenció: «Puesto que no puedes ser mi esposa, el laurel será el árbol que adornará la frente de los generales triunfales».

En otra ocasión el reincidente Apolo se topó con un baile de ninfas, entre las que se encontraba Dryope, a quien también intentó seducir. Para ello se convirtió en tortuga y mientras Dryope jugaba con ella se transformó en serpiente. El caso es que Dryope fue violada y, como resultado del abuso, dio a luz a un hijo. Sus desgracias no acabaron ahí. Escribe el poeta que un día Dryope, estando con su hermana, mientras amamantaba a su hijo vio unas flores preciosas. Entonces arrancó una que sangraba y la planta –que, según la leyenda, era otra diosa metamorfoseada– se puso furiosa y la maldijo convirtiéndola en lotus. Dryope sintió que su leche se trocaba en savia y rogó a su hermana que contara su historia al niño para que este supiera que «aquí entre estas flores se esconde mi madre».

En sus versos, Ovidio establece una proximidad entre la esencia humana y la vegetal, al tiempo que sugiere que la metamorfosis es preferible a la muerte. El arbusto Daphne tiene hojas perennes verdes y brillantes, flores rosadas de olor maravilloso y es venenoso. El lotus, por su parte, produce umbelas de cinco o seis flores amarillas manchadas de rojo sangre.