IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Construir

Uno de los frentes más sugerentes del arte aparece cuando se sitúa en espacios híbridos. Desafíos a los discursos normativos que crean nuevas ópticas desde lo poético y que, en definitiva, devienen en cuestiones políticas. La construcción de la identidad ha ocupado muchos capítulos de la evolución de la creación contemporánea. Desde los álter-ego o las falsas identidades se expande un discurso que duda de los ingredientes que encasillan y predefinen nuestro rol social, encontrando un parapeto desde el que reinterpretar conceptos como género, origen o clase. La indefinición es entonces una herramienta, una forma de transitar entre conceptos, etiquetas y disciplinas que sin duda implica grandes riesgos que deberán solventarse para superar el alto grado de compromiso que esta requiere.

La exposición “Futuro perfecto” de Edurne Herrán (Alemania, 1978) se aloja hasta el 9 de abril en el Centro Cultural Montehermoso de Gasteiz, mediante una propuesta que nace como un work in progress en 2014. A modo de personalidad múltiple, la artista presenta a un total de once personajes –cada uno con su propia personalidad, estética y preferencias– que ella misma encarna en una serie de procesos sociales reales. Experimentos que incluyen desde lecturas de tarot hasta entrevistas de trabajo o envío de currículums, en los que cada personaje recibe diferentes respuestas o valoraciones según su personalidad, indumentaria o actitud.

La exposición presenta la documentación de estas experiencias así como objetos personales instalados en urnas, subrayando cómo nuestra relación materialista permite crearnos imágenes en torno a nuestros prejuicios. Al final de la sala, podemos encontrar un interesante compendio de documentación y referentes en torno a la temática del trabajo, completando los puntos de interés de nuestra visita a través de aportes teóricos y ejemplos concretos que han inspirado a Herrán en este periplo.

Por último, el Gabinete Abstracto de la Sala Rekalde de Bilbo sigue con su programación dedicada a los beneficiarios del programa Barriek 2017 de la Diputación Foral de Bizkaia. En este caso y hasta el 30 de abril, es el colectivo Ätakontu el que despliega su potencia colorista en el espacio de la galería bilbaína bajo el título “Magic Kingdom”.

Formado por Sara Campillo e Ibai León, se erige como un proyecto con un claro arraigo disciplinar cercano a la ilustración y a la estampación aplicada a la creación de moda, pero que en este caso traslada su imaginario a la instalación artística. Con una fuerte intención objetual, varios elementos conviven a medio camino entre el arte, el diseño y el ready-made. De nuevo la indefinición permite explorar lugares intermedios en los que las disciplinas o los puntos desde los que observar son cuestionados, en definitiva, nuevos desarrollos sin duda más sugerentes que cualquier compartimento estanco.