TERESA MOLERES
SORBURUA

Flor de un día

Hay plantas con flores efímeras y elegantes que no duran más que un día pero son floribundas, es decir, de mucha floración. Incluso una planta puede dar quinientas flores por temporada. Según la tendencia actual, los viveristas están consiguiendo ejemplares con bordes coloreados cada vez más delicados y pretenden obtener tonalidades con efectos metálicos y plateados con el centro de la flor azulado.

Las hemerocallis, originarias de las praderas coreanas, son plantas robustas y resistentes a las enfermedades de fácil cultivo. Aceptan situaciones soleadas, húmedas y también semisombra. La flor de un día se utiliza en plantaciones naturalizadas porque sus hojas, parecidas a hierbas crecidas, se inclinan formando arcos delicados. Según la variedad, florecerá de mayo a setiembre y puede asociarse a margaritas y helechos.

Las hemerocallis de color rosa fuerte lucirán mejor en grupos del mismo color, mientras las de tonos amarillos claro o amarillo limón pueden ir con flores «chillonas» para atenuar sus colores. La diversidad de los colores de esta especie se acentúa en luminosidad e intensidad con el aire húmedo y temperaturas elevadas. Las flores de un día agradecen aportes de compost y fertilizantes a partir de marzo. Las hojas se cortan al marchitarse a 10 centímetros de suelo. Luego, sin ningún problema, volverán a florecer una segunda vez en la misma estación. Podemos cultivarlas en tiesto y jardineras, para estos casos es mejor escoger las variedades pequeñas de no más de 30 centímetros de altura. Cuando la planta se hace muy grande, hay que dividir las matas en trozos que, plantados de nuevo, enraizarán sin problemas.

Para regar es preferible escoger las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, antes de que las nuevas flores se abran. Cada una no dura más que un día, pero al atardecer se puede añadir las flores de ese día a la ensalada con quesos frescos a las finas hierbas, sal y pimienta. En la medicina tradicional china, los extractos de raíces de estos ejemplares se utilizan como diuréticos y, lo que es más interesante, para «mejorar el humor».