IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Revisión

Las disciplinas se expanden. Los límites que las definen se diluyen para crear nuevas mixturas, experimentaciones y terrenos de fertilidad creativa. El arte contemporáneo se caracteriza, entre otras muchas cosas, por la capacidad de torsión de las fronteras –formales y conceptuales– que la diferenciación disciplinar tanto ha intentado conservar. Por eso, en estas líneas abordamos diferentes formas de entender la pintura, a veces como un objetivo, otras como un camino y en su mayoría como una manera de concebir la representación y el trabajo plástico. Con todo, lo pictórico es capaz de adaptarse, mostrar su vigencia y aportar en la era de lo intangible procesos en los que la quietud y el diálogo cuadro-artista se recompone fiel a su tiempo.

La galería bilbaína Juan Manuel Lumbreras acoge hasta el 27 de este mes “Flores” a cargo de Marcelo Fuentes (Valencia, 1955) y Rosa Artero (Murcia, 1961). En un diálogo a cuatro manos, flores de distintos tipos plagan el espacio expositivo de cuadros de pequeño tamaño en un formato cuadrado casi regular. Como un mosaico que a primera vista pareciera perseguir un orden obsesivo, cada pieza encierra un camino en el que la realidad y lo representado evocan resquicios de una relación ancestral del lienzo con el objeto. La distancia, la sombra y el motivo se diluyen ante pinceladas de gran personalidad que, aunque desde estilos claramente diferenciables, son capaces de amalgamarse en un equilibrio preciso y rico. Las piezas comparten veladuras, materia y gesto, pero conservan dos modos de hacer claramente consolidados en el panorama actual.

Desde una óptica completamente diferente, irrumpe la frescura de Gala Knörr (Gasteiz, 1984) como una apropiación que resitúa el trabajo de pincel en la contemporaneidad. El centro Bilbaoarte es testigo y anfitrión desde el pasado 28 de setiembre y hasta el 18 de octubre de “Self identity is a bad visual system”. Una potente apuesta que parte de la celeridad del mundo hiperconectado para llevarnos a una reflexión sobre las posibilidades que permiten la sobreproducción de imágenes y los nuevos medios de producción y distribución.

Entran en juego capturas cotidianas, narraciones de lo íntimo que desde la fragmentación y el consumo constante suscitan nuevas formas de relación con nuestro entorno. Anhelos de trascendencia que parecen ser claves en la creación de un espacio narcisista que alimenta un depósito infinito de información. El arte entra en juego, selecciona, reinterpreta y pone en otro espacio de exhibición los resultados que diagnostican el presente en el que vivimos. La pintura dota al flashazo momentáneo de un estatus de obra, un nuevo circuito de difusión y una relectura que necesita de códigos propios desde los que poder ser interpretada.

Por último, la vigésima edición del programa “Bosteko” permite asistir a la triada formada por Usoa Fullaondo (Algorta, 1979), Damaris Pan (Mallabia, 1983) y Taxio Ardanaz (Iruñea, 1978) que, bajo la batuta comisarial de Iker Serrano, presentan la muestra colectiva titulada “Espacios en transición, territorios de lo pictórico”. Hasta el 22 de octubre podrá disfrutarse en la sala Euskaldun Berria del Ayuntamiento de Arrigorriaga pero su carácter itinerante nos da la oportunidad de visitarla aún en Leioa y Getxo como parte de un periplo que iniciaba su andadura el pasado setiembre y que se alarga hasta el 31 de diciembre.