JOSEBA EIZAGIRRE
MOTOR

Seat Ibiza, 33 años de evolución

A la primera y a la última generación del Seat Ibiza les separan 33 años, un tiempo durante el que su diseño exterior ha cambiado de líneas más rectas a más dinámicas, y que ha servido para añadirle motores más potentes y eficientes, mayor conectividad y sistemas de seguridad inimaginables hace tres décadas.

Seat ha tenido la idea de juntar un Ibiza de primera generación con una unidad de la quinta generación con el fin de comprobar sobre el terreno los cambios que, desde aquel lejano año 1984, ha experimentado el coche español más vendido y exitoso de la historia, con 5,6 millones de unidades vendidas en 80 países.

La primera diferencia que salta a la vista es el tamaño, ya que el primer Seat Ibiza, con carrocería de tres puertas, apenas medía 3,64 metros de longitud, mientras el actual es 42 centímetros más largo y nada menos que 17 centímetros más ancho. Es también 5 centímetros más alto y 296 kilos más pesado.

El nuevo Ibiza, que Seat lanzó a mediados de 2017, se ha desarrollado con la última tecnología del Grupo Volkswagen, la plataforma MQB-A0, «que le ha hecho ganar en robustez y habitabilidad», según la marca.

El diseñador del primer Ibiza, Giorgetto Guigiaro, optó por un aspecto cuadrado «muy de su tiempo», mientras que la quinta generación, firmada por el actual director de Diseño de Seat, Alejandro Mesonero, ha evolucionado hacia unas líneas más dinámicas y esculturales.

Teo García, uno de los padres de este modelo que ha participado en el desarrollo de las cinco generaciones, recuerda que, aunque la última versión ha ganado en amplitud, el primer Ibiza contaba con «enormes vidrios», muy característicos del modelo, que aportaban luminosidad y sensación de espacio.

La primera versión se moldeó «como si fuera una estatua de Miguel Ángel», rememora el ingeniero, quien detalla que se emplearon dos toneladas de yeso para esculpirlo. Actualmente se emplean unos 5.000 kilos de arcilla y prototipos virtuales, que permiten estudiar la viabilidad del diseño. Además, el diseño por ordenador cobra especial relevancia. También han cambiado los tiempos de fabricación, ya que, hace 33 años se empleaban 60 horas para producir la primera generación, mientras que ahora solo se necesitan 16.

Nuevos motores. En cuanto a motorizaciones, la primera generación presumía de un motor System Porsche 1.5 de 84 CV de potencia (en la versión GLX), y 33 años más tarde, cuenta con un motor de la misma cilindrada, aunque con la tecnología TSI del grupo Volkswagen y un tope de potencia de 150 CV, uno de los más potentes y, a la vez, eficientes de su segmento.

Sus prestaciones son también muy superiores, ya que acelera de cero a cien en 7,9 segundos, frente a los más de 11 del primero. En cuanto a consumo, el del primer Ibiza era de 7,8 l litros a los cien en la versión 1.5, mientras que el de la última versión se reduce hasta los 4,9 litros.

Además, el nuevo TSI puede desactivar dos de sus cilindros y está disponible con una caja de cambios DSG de doble embrague y siete relaciones, un adelanto reservado en los años ochenta a los coches de carreras más punteros.

Las opciones de infoentretenimiento en los años 80 se limitaban a una radio. Actualmente, la conectividad al volante es uno de los grandes avances que equipa la nueva generación, que integra una pantalla de 8 pulgadas y toda la tecnología para poder estar conectado al volante, una característica impensable hace más de tres años.

La seguridad también ha evolucionado y el último Ibiza cuenta con asistentes a la conducción, como el de frenada en ciudad o limitador de velocidad, sistemas inimaginables hace tres décadas.

Eso sí, pese a haber transcurrido 33 años, el Ibiza se sigue produciendo de forma exclusiva en las instalaciones que Seat tiene en Martorell (Barcelona).

 

Exitosa muestra de la colección de Rolls-Royce de Torre Loizaga.

El pasado día 7 de enero cerraba sus puertas en el Palacio Euskalduna de Bilbo la muestra de veinte coches Rolls-Royce propiedad de la colección Miguel de la Vía, del museo de automóviles clásicos de Torre Loizaga, en Galdames. La exposición incluía los coches más relevantes de esta colección, con vehículos representativos de todas las décadas. Entre ellos se encontraba un Phantom IV, que fue propiedad de la Reina Isabel II de Inglaterra, o un Silver Ghost, con el que el Marqués de Salamanca ganó la prueba del circuito de Guadarrama en 1913 y que usaba Lawrence de Arabia.

 

Smart convierte al Forfour en un crossover con el acabado Crosstown.

Smart ha lanzado el nuevo acabado Crosstown edition para el modelo Forfour (cuatro puertas) de gasolina de 90 CV y eléctrico de 82 CV. Con esta terminación, basada en la versión Urban Style, el Forfour adopta una imagen de crossover por los guardabarros especiales que monta, así como por las protecciones inferiores y los faldones laterales en plata mate. El precio de este acabado para la versión de gasolina es de 4.828 euros, mientras que para el eléctrico es de 3.331 euros, y puede elegirse en doce acabados de color diferentes.

 

Mini cambia su logotipo, que exhibirán sus coches a partir de marzo.

La marca Mini ha cambiado su logotipo, que podrá verse a partir de marzo de 2018 en el capó, en la zaga, en el centro del volante y en la llave de sus coches. El logo, que mantiene elementos del estilo inicial del Mini clásico, presenta un carácter bidimensional y evita deliberadamente el uso de sombras y de tonos grises con el objetivo de crear un «contundente» efecto de contraste entre el blanco y el negro, y transmitir así «la claridad y autenticidad de la nueva identidad de marca». La combinación de los símbolos del círculo y las alas se remonta a 1959, cuando la British Motor Corporation (BMC) lanzó al mercado el Morris Mini-Minor junto con el Austin Seven.

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