Decíamos la pasada semana que si hemos perdido o nos lo han sustraído el móvil tendremos que ponernos manos a la obra de manera urgente. Estos son, junto a los mencionados en el número anterior, algunos de los pasos a seguir:

Intenta localizar tu móvil utilizando la función GPS de la app de rescate o llamando a tu número, quizás alguien se lo ha encontrado y quiera devolvértelo. El éxito va a depender de tu app de rescate pues hay otras maneras de contactar con quien tiene tu teléfono: mensajes, alarmas...

Llama a tu operador para que bloquee la línea con tu SIM. Nadie gastará tu dinero. Recuerda que responderás de los consumos que se hagan hasta que no des el aviso, salvo que cuentes con algún seguro que lo cubra.

Borra todo lo importante. Con la app de rescate elimina todo que no quieres que se sepa (emails, fotos, mensajes...); así como las contraseñas y claves de acceso a los servicios que tenga desde el móvil. Estas apps te permiten hacer un reset a distancia, claro que, al hacerlo ya, no podrán localizar ni seguir a tu teléfono.

Denuncia la pérdida o robo en la comisaría más cercana a tu domicilio. Para eso necesitarás llevar el código IMEI. Ten precaución al redactar la denuncia, pues es fundamental a la hora de reclamar al seguro en caso de que el tuyo lo cubra.

Inhabilita el móvil si lo das por irrecuperable. Para ello deberás llamar de nuevo a tu operador, darle el código IMEI (necesitarás una copia de la denuncia). Al hacerlo, tu móvil ya no podrá usarse con ninguna tarjeta SIM a nivel estatal (los operadores bloquearan su acceso a la red). Además, cambia todas tus contraseñas.

En caso de que guardaras en tu móvil contraseñas bancarias y los amigos de lo ajeno ya hayan realizado cargos fraudulentos antes de tu denuncia, no desesperes, porque la Ley de Servicios de Pagos te cubrirá a partir de los 150 euros gastados. Y no olvides revisar tus pólizas de seguros para comprobar con qué tipo de cobertura cuentas para estos casos.

Fuente: www.ocu.org