ESTAMPAS

No es magia, es frío, puro frío

Al primer golpe, parece que la mujer que aparece en las fotografías está lanzando al aire algún tipo de material arenoso, o quizá harina, a saber por qué razón y con qué motivo. La realidad, sin embargo, dista mucho de esta primera apreciación, pues lo que sale del recipiente que sostiene en su mano es simplemente agua. De hecho, es agua caliente. Pero ese agua caliente tarda apenas unos microsegundos en convertirse en nieve, en solidificarse. Parece magia, un ejercicio de transmutación, quizá, pero no es más que la consecuencia del intenso frío que hacía ese 1 de marzo, en Berlín. Ya estamos aposentados en abril, y con el cambio de horario, el asomo tímido de las flores y el zumbar coqueto de los insectos, parece que vamos asumiendo que ya estamos en primavera. Pero el invierno nos ha dejado estampas espectaculares, y nevadas de esas que se recuerdan por décadas, como la que vistió de blanco hasta las playas de Euskal Herria. Un invierno sano. Y precioso.