La película ha sido producida por Danny Strong, que viene de la televisión y no tiene la experiencia de un Ridley Scott quien, a pesar de la presencia de Kevin Spacey en su última realización “Todo el dinero del mundo” (2017), pudo salvarla de la ruina volviendo a rodar todos y cada uno de los planos donde intervenía el actor caído en desgracia, con Christopher Plummer como sustituto. El problema añadido para “Rebel in the Rye” es que fue estrenada en EEUU el 8 de setiembre del pasado año, cuando todavía no había estallado el escándalo de los abusos sexuales. Y luego se ha quedado en tierra de nadie con serios problemas para su distribución internacional, optando de momento por los retrasos. En el Estado español estaba anunciada con el título de “El rebelde entre el centeno” para el pasado 15 de diciembre, quedando la fecha definitiva pospuesta a la espera de que el rechazo hacia todo lo relacionado con Kevin Spacey no sea tan fuerte.

Pero la participación de Kevin Spacey en “Rebel in the Rye” es importante, pues da vida al profesor de literatura de la Universidad de Columbia Whit Burnett, que fue el que más apoyó al joven escritor J.D. Salinger, publicando sus relatos en la revista literaria que dirigía cuando los editores le dieron la espalda. Tanto fue así, que los historiadores consideran que, sin su respaldo e insistencia, Salinger no hubiera llegado a publicar en el año 1951 la novela de culto “The Catcher in the Rye” (“El guardián entre el centeno”).

La relación entre Kevin Spacey y Danny Strong venía de atrás, porque el segundo fue el creador del famoso programa televisivo “El recuento” (2008), sobre el fraude electoral que el año 2000 en Florida dio el triunfo a Bush sobre Al Gore. Con la dirección de Jay Roach recibió tres premios Emmy y afianzó la popularidad de la que entonces gozaba el actor, al defender la posición del partido demócrata. Para volver a triunfar en la pequeña pantalla, Danny Strong tendría que esperar a imponerse como creador de la serie “Empire” (2015), que es una traslación a la realidad de un clan afroamericano al frente de una empresa discográfica de hip hop de las tragedias de Shakespeare. Había surgido de su estrecha colaboración con el cineasta afroamericano Lee Daniels, para el que previamente había firmado el guion de la película “El mayordomo” (2013), en la que Forest Whitaker interpretó al sirviente que llegó a trabajar para ocho presidentes en la Casa Blanca.

Teniendo en cuenta que Danny Strong es el productor, guionista y director debutante de “Rebel in the Rye”, ésta debería ser una obra de autor y no lo es, al tratarse de un biopic al uso. Se basa en el libro biográfico de Kenneth Slawenski “Una vida oculta” que, como su título ya deja traslucir, confirma que nadie, absolutamente nadie en el mundo, llegó a conocer de verdad al misterioso J.D. Salinger. Por eso la película se centra en la creación de su obra máxima “El guardián entre el centeno”, que coincide con su etapa de juventud más conocida, dado que después se fue de la Metrópoli y se retiró a Cornish (New Hampshire), donde llevó una existencia solitaria y contemplativa alejada de todo y de todos. Gus Van Sant hizo una aproximación a este tipo de escritor huidizo en “Descubriendo a Forrester” (2000), si bien es el documental “Salinger” (2013) de Shane Salerno el que más profundiza en las razones de su aislamiento voluntario.

La caracterización de Nicholas Hoult es la de un Salinger traumatizado por su intervención en la segunda Guerra Mundial, y que se muestra como el rebelde de la familia frente a su hermana mayor Dorothy (Sarah Paulson). Sus relaciones fallidas de pareja empezaron por Oona O’Neill (Zoey Deutch), la hija del dramaturgo Eugene O’Neill, quien prefirió a Charles Chaplin. Su matrimonio con Claire Douglas (Lucy Boynton) tampoco funcionó.