Si la apuesta que realizó Mercedes en 2012 para transformar el pequeño monovolumen Clase A en un deportivo compacto fue todo un acierto, la nueva generación que acaba de presentar la marca de Stuttgart acentúa ese giro de estrategia gracias a un diseño más musculoso y atractivo, al que hay que añadir un importante equipamiento tecnológico que se ve reflejado en el diseño del salpicadero.

La cuarta generación del Clase A mantiene parte de su estética exterior, aunque es ahora más estilizada y presenta nuevos grupos ópticos más afilados y con tecnología led. Junto a ello, la luneta trasera y el portón del maletero toman una posición más inclinada, lo que contribuye a que parezca un vehículo de mayor tamaño. La distancia entre ejes ha crecido 30 mm y los pasos de rueda han aumentado de tamaño para acoger ruedas de hasta 19 pulgadas. El maletero también crece en 29 litros, hasta los 370.

El interior recurre a materiales más refinados y a una tecnología de última generación, que enfatiza el carácter Premium del vehículo. Así, el salpicadero está dividido en dos secciones horizontales tridimensionales, que albergan el panel de instrumentos y el sistema de infoentretenimiento, cada uno de los cuales se visualiza en una pantalla de 7 a 10,25 pulgadas según la versión. Además, dispone de luz ambiental interior con hasta 64 tonalidades diferentes.

En el apartado de seguridad, la nueva Clase A hereda tecnologías de a bordo directamente de la Clase S, como el sistema Distronic, que mantiene la distancia de seguridad e interviene sobre la dirección, o el Pre-Safe Plus, que reconoce un posible choque por alcance y prepara diferentes sistemas para mitigarlo.

Además, el Clase A es el primer modelo del fabricante que incorpora el nuevo sistema multimedia MBUX (Mercedes-Benz User Experience), un servicio con el que la marca quiere revolucionar la conectividad a bordo.

En cuanto a las motorizaciones, se introducen tres nuevos propulsores: 1.4 gasolina de 163 CV (A200), 2.0 gasolina de 224 CV (A250) y 1.5 diésel de 116 CV (A180d). El primero va asociado a una caja manual de seis relaciones y los otros dos a un cambio automático de doble embrague 7G-DCT, mientras la tracción integral permanente 4MATIC se podrá incorporar opcionalmente.

Incierto futuro para el DTM alemán

El próximo día 4 de mayo dará inicio en el circuito de Hockenheim el campeonato alemán de turismos DTM, que contará con la participación de tres constructores (Audi, BMW y Mercedes), aunque este último ya ha anunciado que será su última temporada, ya que tiene previsto centrar sus esfuerzos en la Fórmula E de monoplazas eléctricos, además de la Fórmula 1.

El anuncio de Mercedes, que desde el año 2000 ha sido el dominador absoluto con siete títulos de pilotos y nueve de constructores, podría tener importantes consecuencias, ya que deja en una delicada situación a los dos fabricantes que quedarán en el campeonato: Audi y BMW. Ambos reconocen que no saben muy bien qué hacer y que tendrán que evaluar su futuro.

En cualquier caso, no sería la primera vez que solo dos marcas disputan el DTM, ya que entre 2005 y 2012 Mercedes y Audi fueron los únicos equipos participantes.

El campeonato constará este año de diez pruebas, la mitad de las cuales se disputarán en suelo alemán y las restantes, lejos de las fronteras del país, recuperándose las carreras de Brands Hatch (Gran Bretaña) y Misano (Italia).

Los coches del DTM de 2018 estrenarán una nueva especificación técnica que tiene como objetivo una importante reducción de la carga aerodinámica de los coches, mediante la reducción del número y el tamaño de los «flaps» delanteros, entre otros elementos. Se trata de un intento por acercarse más a los GT de otras categorías.

Por lo demás, los coches participantes mantendrán el propulsor V8 de 4,0 litros y más de 500 caballos de potencia.

El «safety car» de la Fórmula 1, un Mercedes-AMG GT R de 585 CV.

El coche de seguridad oficial (safety car) de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para la temporada 2018 de la Fórmula 1 es un Mercedes-AMG GT R que alberga bajo su capó un propulsor central delantero V8 biturbo de 4.0 litros y 585 CV de potencia, lo que le convierte en el coche de seguridad más potente de todos los tiempos. Tras hacer su debut en el Gran Premio de Melbourne (Australia), a finales del pasado mes de marzo, será el vehículo encargado de la seguridad en los circuitos de la Formula 1 durante las veinte carreras de esta competición. El vehículo tiene una velocidad punta de 318 km/h y tarda solo 3,6 segundos en pasar de cero a cien.

Citroën elimina el nombre Picasso de su gama de vehículos.

Después de varias décadas comercializando con indudable éxito los monovolúmenes Xsara Picasso y C4 Picasso, la marca francesa ha decidido eliminar esa denominación y sustituirla por la de SpaceTourer, una estrategia comercial que tendría como objetivo dar un empujón a una categoría de vehículos, la de los monovolúmenes, que ha quedado a la sombra por el tirón de los todocaminos, entre los cuales Citroën también ha presentado novedades recientemente, como el Citroën C3 Aircross. Al margen del cambio de nombre, no hay ninguna otra diferencia con los modelos que Citroën lleva comercializando desde 2016.

Los coches nuevos, obligados a incluir el sistema de llamadas al 112.

Todos los coches nuevos homologados a partir del 1 de abril en la UE deben estar equipados de serie con el sistema de llamadas de emergencia e-Call, capaz de contactar automáticamente con el 112 en caso de accidente y enviar la localización exacta a través de satélite. Según la Comisión Europea, esto podría reducir el tiempo que tardan en llegar los servicios de emergencia, lo que podría significar salvar cientos de vidas cada año en el continente. De momento, el sistema solo se ha implementado en los coches y en furgonetas ligeras, si bien la DGT española pretende que los fabricantes de motocicletas introduzcan también este sistema de forma obligatoria.