IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Factores

El acercamiento a cualquier postura analítica de la creación contemporánea requiere de un desglose en paralelo de varias de las capas que la conforman. El contexto en el que se crea la obra nos ayuda a entender factores definitorios de su relevancia; por consiguiente, toda la información respecto a la pertenencia a una tradición, movimiento o corriente será de gran ayuda para situar nuestra óptica. Por otro lado, en lo que respecta a su faceta formal, cuestiones como soporte, formato o disciplina se agolpan como conceptos relevantes en lo que se refiere a la valoración de matices técnicos, compositivos o matéricos. Sin duda, el aspecto conceptual o narrativo acabará de entrelazar todos estos niveles como una herramienta de lo poético que alude de forma directa al proceso de lectura de la pieza.

Bajo ningún concepto debemos olvidar en este esquema la importancia de la visión subjetiva, el encuentro emocional de la mirada con el elemento expuesto. Sin esto, nada de lo anterior cobra sentido. Lo dérmico se equilibra con lo cerebral, las herramientas con los estímulos y nuestra posición como un público emancipado capaz de reivindicar una renuncia a las maneras de la alta cultura debe ser tenida en cuenta como una labor conjunta de todos los agentes del sistema del arte.

El Museo Guggenheim de Bilbo presentó el pasado febrero “El otro lado”. Esta muestra en torno a la figura de Henri Michaux (Namur, 1899-París, 1984) supone una gran oportunidad para entender la ecléctica figura del creador belga cuya práctica reconocida en el ámbito de la escritura y la pintura propició una vida plagada de experimentación. Más de doscientas obras seleccionadas, en colaboración con los Archivos Michaux de París, comprenden cincuenta años de creación. La apuesta comisarial que se extiende hasta el 13 de mayo, ordena esta visión panorámica en torno a tres ejes diferenciados: la figura humana, el alfabeto y la psique alterada. El interés constante por las ciencias, la musicología y la etnografía se combina con series fundamentales como los fondos negros, los frottages, o los “dibujos mescalínicos”, fruto de la experimentación del artista con la mescalina, sustancia presente en el peyote y con altas cualidades alucinógenas. Ya en sala, la tinta y el trazo asumen un papel protagonista que nos traslada a caminos cercanos a la abstracción en donde la gestualidad aparece en forma de patrón y repetición junto con manchas capaces de crear retratos imaginados y referencias a inclasificables seres.

El espacio bilbaíno SC Gallery especializado en street Art y graffiti, presenta hasta el 7 de junio la muestra “La Forme”. En ella, el conocido autor francés Zoer despliega en un formato pictórico gran parte de su producción más reciente. Cuadros que tienden al gran formato y soportes como un airbag o la puerta de un Peugeot 504 dan cabida a una paleta de gamas intensas y saturadas. Con un lenguaje pop y figurativo, varios elementos aparecen deconstruídos y mezclados como un alegato abstracto entre tanta referencia reconocible. El automóvil ejerce de hilo conductor y son constantes las referencias a él. Como símbolo del desarrollo del estado del bienestar y noción de progreso, nos permite conectar las distintas piezas que componen el proyecto. La galería, situada en la calle Cortes, vuelve una vez más a mostrar su compromiso con los nombres más representativos de esta faceta de la cultura urbana.