XANDRA ROMERO
SALUD

Sostenibilidad alimentaria 2.0

Hoy en día muchas personas están trabajando en el desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles que garanticen la seguridad alimentaria. Desde este punto de vista, la nutrición es un punto crítico (modificable) puesto que abarca toda la cadena alimentaria, desde el suministro de los productores hasta los consumidores, incluyendo a los distribuidores.

En esta perspectiva, hace dos años en Dinamarca nació Too Good To Go. Se trata de una aplicación para comprar a un tercio de su precio normal la comida que sobra en restaurantes, hoteles u otros establecimientos de forma que se reduzca la huella alimentaria.

Sus fundadores crearon este proyecto con la idea de permitir a los establecimientos salvar la comida que no habían conseguido vender durante el día. Tan buena acogida tuvo esta iniciativa, que su crecimiento ha sido tremendamente rápido, tanto que en Europa ya cuentan con 12.000 establecimientos de los cuales, algunos son grandes cadenas como Carrefour, Starbucks, Spar…

Asimismo, también han establecido una tienda física donde se vende comida cuya fecha de envasado, que es diferente a la fecha de caducidad, no permite que se comercialice de forma convencional.

Pero ¿cómo funciona exactamente? A través de la app se pueden consultar los establecimientos que participan, los precios de los packs de comida y la franja de tiempo en que pueden recogerse. Los restaurantes venden los packs compuestos por los alimentos que han sobrado ese día, por lo que el consumidor desconoce su contenido y cantidad exacta.

Aunque nos parezca ciencia ficción, esta aplicación acaba de aterrizar en Madrid y ya cuenta con 50 establecimientos.

No obstante, hasta que llegue a Euskal Herria, y decidamos si aquí también puede ser o no una iniciativa exitosa, es interesante intentar reducir nuestro impacto con estos sencillos cambios:

1. Basar nuestra alimentación en productos de origen vegetal como frutas, verduras, cereales integrales, tubérculos, frutos secos y legumbres. Reduciendo así los de origen animal, pues la producción de estos últimos es responsable del 51% de las emisiones de los gases de efecto invernadero.

2. Comprar alimentos de temporada y de kilómetro cero. Al ser de temporada su precio será más económico y, además, al adquirirlos a proveedores locales estaremos favoreciendo el desarrollo económico de nuestro entorno así como reduciendo la contaminación del transporte.

3. Planificar la cesta de la compra para reducir y evitar el desperdicio. Para ello recomiendo varias cosas: primero es imprescindible realizar una lista con lo que necesitamos; si no la llevamos, seguro que acabamos comprando más alimentos de los necesarios. Una forma de ajustar esta lista de la compra es planificar un menú semanal y, en base a él, las compras. Una vez realizadas las compras, ordenemos la nevera de forma que tengamos a la vista los alimentos más perecederos como productos abiertos pero que no hemos acabado, platos que hemos preparado y cuyas sobras reservamos para otro día o ciertas verduras.

4. Por último, evitemos los envases superfluos en los alimentos. Pregúntate si eso que quieres comprar y está envasado también podrías comprarlo sin envase en otro establecimiento.

Recordemos que tenemos un papel clave para garantizar la seguridad alimentaria pero que requiere implicación y compromiso y, sobretodo, que queramos contribuir cambiando pequeños gestos cotidianos.

Honi buruzko guztia: SALUD