La riqueza del amenazado baobab

Cerca de mil mujeres en la aldea de Muswodi Dipeni, en la provincia sudafricana de Limpopo, se ganan la vida recolectando los frutos del baobab cuyas propiedades son muy bien valoradas por los nutricionistas que destacan sus cualidades antioxidantes. Tanto que a las semillas y el polvo calcáreo de este fruto rico en vitaminas, fibra y minerales, se le atribuyen propiedades curativas y ya se está utilizando en la elaboración de refrescos, helados, chocolate e incluso ginebra o cosméticos. Además de las cosechadoras, están las que transportan las bolsas de semillas de baobab a un laboratorio de productos ecológicos y las que rompen la fruta, que ronda el kilo y medio de peso por unidad, para extraer su pulpa. Sin embargo, estos inmensos árboles legendarios, que han cumplido hasta 2.000 años, están en serio peligro de muerte y los científicos lo atribuyen al cambio climático.
Navidades invertidas

«Ser los más salvajes tiene su belleza, y yo ahí me siento muy cómodo, porque es coherente con lo que pienso, digo y hago»

Mantala jantzi, ondarea gal ez dadin

La mercantilización de la menopausia
